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Con una mirada atenta y notables deseos de superarse, las abuelitas escuchan las indicaciones del instructor del Instituto de Bienestar Social, que les explica paso a paso cómo crearse una cuenta de correo electrónico, cómo enviar y recibir un e-mail, cómo ingresar a Facebook y postear y cómo usar una de las aplicaciones que más le interesan: WhatsApp, para comunicarse con sus nietos y con sus familiares que viven lejos.
La brecha digital que las separa de las nuevas generaciones es lo que buscan superar y por eso se dedican con afán a anotar, a la vieja usanza, cada punto de la explicación de su instructor Rodrigo Arci.
Felices y motivadas, dicen que lo hacen por sus nietos e hijos, porque quieren adaptarse a ellos y comunicarse en la misma frecuencia.
Con ganas y mucha energía, estas abuelitas demuestran que no hay edad para hacer cosas que a uno le apasionan y que siempre vale la pena desafiarse a uno mismo para romper obstáculos que parecían, quizás, inalcanzables.