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La defensa de la sospechosa, identificada como Sandra Beatriz Solís de Ruiz, requirió que se extrajeran muestras de las heridas de mordida que tiene la niña -de acuerdo a la denuncia- en el rostro, con el fin de determinar la cronología y compararlas con la dentadura de la sospechosa.
La pequeña de tres años contó en la Cámara Gesell que una mujer, a la que identificó solo como “tía” -aunque no tienen relación de parentesco-, la manoseó en sus partes íntimas dentro del baño de la referida iglesia, lo que le causó dolor. La madre fue la que confirmó luego que encontró rastros de mordidas en el rostro de la pequeña.
Tras la intimación de la Fiscalía, el CFA tuvo que proporcionar el nombre de la sospechosa. Según el relato, la madre la dejó con dos mujeres para que la cuidaran mientras ella participaba del culto.
La Iglesia Centro Familiar de Adoración, una vez que se desatara el escándalo, emitió un comunicado con la firma de Bethania Abreu, esposa del máximo responsable de la congregación, el pastor Emilio Abreu, para ponerse a disposición de la investigación penal. Pese a esto y antes de que el caso saltara a la luz, el pastor Soto decidió recusar a la anterior fiscala, María Bernarda Álvarez.