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Paola Villalba dijo a ABC Cardinal que su madre trabaja desde hace varias décadas en el sitio y que es la segunda vez que sufría un incendio: la primera fue en los años '90.
Afirmó que en su depósito tenían fuegos artificiales y petardos, los cuales eran sobrantes de la temporada de fin de año de 2016 y que los seguían vendiendo. “Acá tenemos lo que se pide”, expuso.
Alegó que siempre hay personas que llegan a pedir esos artículos, especialmente de las seccionales, por lo que justificó que “hay que tener de todo un poco”. Precisó que en su mayoría eran los conocidos como "3x3" y "12x1", las bombas de estruendo más tradicionales.
No obstante, aseguró que esto no fue la causa del incendio, sino que el fuego se originó en una fiambrería, según los rumores que corren entre los afectados, y se debería a un posible cortocircuito.
Estas afirmaciones y las de otras comerciantes que antes prefirieron no identificarse, además de bomberos, contrastan con las declaraciones del director del Abasto, Víctor “Oti” Sánchez, quien ayer tajantemente aseguró en reiteradas ocasiones que no existían petardos en el siniestrado bloque, pese a que durante todo el incendio se escuchaban constantes detonaciones.