Un improvisado campamento levantado con urgencia para atender a refugiados de desastres naturales, a eso se asemeja el entorno donde desde inicios de semana conviven miles de personas en frente al Congreso, quienes se instalan en precarias carpas que no ofrecen ni la más mínima comodidad, salvo la de contar con una protección de la intemperie, según informes de Gabriela González Escalada, periodista de ABC Color.
Los baños portátiles instalados en el sitio no dan abasto para la cantidad de manifestantes y el olor nauseabundo que emiten se mezcla con el de los desperdicios acumulados en los alrededores y el humo de las parrillas y planchas donde se elaboran alimentos poco nutritivos -como embutidos y hamburguesas- con escasa salubridad.
El dramático panorama de cuasi indigencia lo completan las lonas de colores amarradas como techos para proteger a pequeños grupos, las ropas colgadas esperando secarse en medio de la mezcla de olores y el calor que empieza a movilizar a los manifestantes para una nueva jornada de marcha.
“Mientras no nos den respuesta, estaremos en Asunción”, dijo Antonio Gayoso, dirigente campesino, y se refirió a las condiciones precarias en las que sobreviven estos días de marcha, argumentando que el campesinado siempre fue “el sector marginado por el Gobierno.
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“Al campesino no se le responde, no se le atiende los problemas, no entonces nos dicen ‘marginal’ y aguantamos esta situación porque en nuestras casas ya no tenemos nada, no tenemos respuesta del Estado, hay una crisis generalizada en el campo, no hay mercados, nos endeudamos y eso acarrea peligro de desalojos por deudas”, enfatizó.
El dirigente pidió disculpas a la ciudadanía por las constantes protestas, pero sostuvo que solo buscan que el Gobierno atienda sus reclamos.
Con relación a la supuesta financiación de la marcha con excedentes de las cooperativas, Gayoso manifestó que “los socios de las cooperativas son los pequeños productores”, en un intento por minimizar la situación.
Poco después de las 7:00, el grueso de los manifestantes volvió a levantarse para tomar las calles del centro de la capital, con la promesa de un nuevo día de caótico tránsito. Las reivindicaciones que llevan como banderas son la derogación de la ley que obliga a aplicar el IVA a la actividad cooperativa y el sistema D'Hondt para la elección de sus autoridades, mientras que los campesinos, aparte de ser “invitados” a apoyar estas reivindicaciones, exigen la condonación de deudas de los pequeños productores.
Las calles Alberdi, Oliva, Chile y Manduvirá: ese sería el itinerario de la marcha este viernes y para las 10:00 está prevista una reunión con transportistas nuevamente en la Plaza de Armas.