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Hace algunos días y tras una épica batalla contra las aguas desbordadas del río Paraguay, el líquido superó la altura del terraplén en un sector del camino que conduce a la ciudad del norte de Ñeembucú.
Desde el jueves, el nivel del río se mantiene estable en el puerto local (7, 98 metros) lo que genera optimismo en la población. Para las tareas programadas, el Ministerio de Obras Públicas se encarga del traslado del material apoyando con ocho camiones volquetes. Igualmente las máquinas de la constructora Heisecke S.A. continúan trabajando en el alteo del terraplén, en el resto de los 8 kilómetros que están libres de la inundación, mientras los camiones del MOPC acometen la tarea en los dos kilómetros que deben ser liberados del agua.
El comerciante Miguel Váquez mencionó que gracias a este esfuerzo conjunto, que cuenta con el importante respaldo de los comerciantes alberdeños, se lograría recuperar la transitabilidad de la vía en unos tres días, poniendo fin al incómodo trasbordo en canoas, medio que actualmente se utiliza para superar el tramo cortado por el desborde del río Paraguay.
No es la primera vez que los vecinos de esta ciudad se unen para resolver los inconvenientes que les plantea la naturaleza. Años atrás, el grupo denominado “Alberdeños en Acción”, había gestionado el mejoramiento del camino Villeta-Alberdi, en ese tiempo casi totalmente de tierra, con la adquisición de ripio por parte de los alberdeños y el auxilio de las máquinas del MOPC para reparar los puntos más críticos de la ruta, que según lo proyectado, estará totalmente asfaltada para el año 2019.
La Junta departamental decidió por mayoría, declarar en emergencia al Departamento de Ñeembucú. Tras evaluar el informe del ejecutivo departamental, el cuerpo legislativo aprobó la propuesta que permitirá agilizar la ayuda a los damnificados de la zona.
Varios distritos, fundamentalmente del área rural fueron fuertemente castigados por las grandes lluvias y el estancamiento de las aguas, fundamentalmente debido a obras viales sin planificación. La mayoría de los caminos del Ñeembucú, no cuentan con la cantidad de alcantarillas y puentes requeridos para el drenaje de las aguas.