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El Dr. Silvio Ortega, director de la Región Sanitaria de Boquerón, confirmó que el Chaco se encuentra en alerta epidemiológica, por disposición de la Dirección de Vigilancia Sanitaria.
“Esta alerta es para advertir a la gente sobre posibles brotes de diarrea y otras enfermedades por contaminación de alimentos y agua”, refirió, en conversación con ABC Color.
Indicó que en regiones inundadas son frecuentes los cuadros respiratorios, febriles, diarreas agudas, hepatitis, tétanos, además de mordeduras de víboras y picaduras de insectos.
“Con las inundaciones generalmente aparecen complicaciones de salud relacionadas por la humedad, las bajas temperaturas y el consumo de alimentos y agua en mal estado”, explicó.
Indicó que la situación también es propicia para otras enfermedades como la leptospirosis, hantavirus y enfermedades de transmisión sexual.
Aclaró que hasta el momento los casos atendidos son de gripe, anemias, parasitosis, dermatitis y otras infecciones de piel.
“No tenemos casos graves aún, pero generalmente luego de 15 días empiezan a aparecer complicaciones”, refirió.
Comentó que las medidas adoptadas consisten en extremar la atención en los refugios provisorios, a fin de dar aviso inmediato de cualquier cuadro de alguno de los males descriptos.
“Tenemos la obligación de alertar, evitar contagios y promocionar las medidas preventivas”, manifestó.
Son 10.000 las familias damnificadas en el Chaco debido a las inundaciones generadas por el desborde del río Pilcomayo.
Días atrás,el Ejecutivo declaró estado de emergencia en la zona debido a que la situación tiende a empeorar debido a las periódicas lluvias en la Región Oriental.
La Secretaría de Emergencia distribuye alimentos y agua potable entre los afectados. Igualmente, traslada a las familias cuyas viviendas se encuentran totalmente inundadas.
La asistencia se realiza en gran parte por aire, debido a que los caminos están cubiertos por las aguas.