Anatomía de una tragedia

La lucha de Rosa Álvarez está por cumplir dos años. Ella perdió a su marido el 26 de agosto de 2016 y desde entonces todo lo que busca es justicia. Francisco Salgueiro, su marido, dejó cinco hijos y, por supuesto, la vida de la familia Salgueiro-Álvarez no es igual con su ausencia.

El accidente de tránsito ocurrió la madrugada de ese viernes 26, cerca de las 2:00, frente a Paraguay Refrescos. Dadas las evidencias recolectadas, no solo habría un culpable sino también la desidia estatal de no colocar señalizaciones adecuadas en el tránsito. Este desinterés se cobró la vida de un padre.

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El parte policial detalla que Salgueiro circulaba en dirección Ñemby-Asunción, cuando decidió retomar en un espacio frente a Paraguay Refrescos. Al intentar hacer el giro hacia la izquierda para retomar la dirección hacia Ñemby, a través de un estrecho paso, ocurrió la tragedia.

Fue en ese momento en que la camioneta conducida por Manuel Alejandro Quiñónez Zacarías, que circulaba en la misma dirección a gran velocidad, impactó contra el coche de Salgueiro, que giró varias veces y luego se incendió. Adentró quedó el cuerpo de la víctima completamente calcinado.

Datos oficiales dan cuenta de que a Quiñónez se le practicó el alcotest, que dio positivo con un nivel de 0,15 mg/l de alcohol en sangre. La defensa de la víctima argumenta que esta prueba se hizo dos horas después del choque, por lo que aducen que el nivel de alcohol era mucho más alto al momento del accidente. Además, una pericia contratada de forma independiente por la esposa de la víctima aseguró que la camioneta circulaba a 180 km/h, siendo que el límite de velocidad en ese tramo es de solo 60 km/h.

Uno se pregunta si en ese estrecho cruce un vehículo puede retomar, ya que no existe señalización alguna. Rosa Álvarez buscó respuesta en el Ministerio de Obras Públicas, que respondió en un informe que ese giro no está prohibido y que, por ende, está permitido aunque no haya señalización alguna.

El juez penal de Garantías Juan Francisco Recalde, de San Lorenzo, resolvió sobreseer provisionalmente a Manuel Quiñónez y establecer entre uno de los elementos de prueba a ser agregados la ampliación de la pericia accidentológica, a fin de que los peritos de la Fiscalía y de la Defensa Técnica determinen la velocidad con la cual se desplazaba la camioneta Toyota Hilux, a modo de tener un dato oficial —ya que la pericia independiente estableció una velocidad de 180 km/h— y poder incluir ese dato en la carpeta de investigación.

Esta resolución judicial fue apelada por la defensa técnica, es decir, por Quiñónez. Sin embargo, el Tribunal de Apelaciones de San Lorenzo, integrado por María Teresa González de Daniel, Lourdes Cardozo y Fabriciano Villalba, resolvió sobreseer definitivamente a Manuel Alejandro Quiñónez. Es decir, tomaron una decisión completamente arbitraria e incoherente con el pedido planteado por ambas partes, dice la familia de Salgueiro.

La familia de Salgueiro y la Fiscalía, buscando justicia, interpusieron un recurso extraordinario de casación por el cual se solicitó la declaración de la nulidad de la resolución. Este recurso se encuentra pendiente de ser resuelto en la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia. Otra acción, esta vez de inconstitucionalidad contra la resolución exigiendo su nulidad, se pidió a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Esto también se encuentra pendiente de resolución.

A poco de cumplirse dos años del accidente, la familia del fallecido pide justicia y todas las pericias que hagan falta. Incluso, cuestiona por qué el otro implicado no está preso por haber tenido alcohol en la sangre al momento del choque. Álvarez no duda: seguirá hasta el final.