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Familiares del joven informaron en conversación con ABC Color que Ángel está mejor, según lo que ellos mismos pudieron notar e, igualmente, de acuerdo al informe médico. Luego de pasar días completamente quieto, ahora ya logra mover sus extremidades. De hecho, ayer por la tarde abandonó la sala de terapia intensiva del Centro de Emergencias Médicas y pasó a una sala común.
Ángel está internado en el lugar desde el día después del atentado, ocurrido hace más de dos semanas. Hasta la semana pasada, los pronósticos para el joven no eran tan alentadores, ya que permanecía dormido y sin moverse, con baja actividad cerebral. El joven recibió tres disparos durante el atentado en Yby Yaú, uno de ellos en la cabeza. La bala, en su trayecto, se partió en dos: un pedazo quedó en la superficie de la cabeza, mientras que el resto se incrustó en el cerebro.
La parte de la bala que quedó alojada en el cráneo fue retirada el mismo día del atentado, mientras que el resto fue dejado en el cerebro, ya que intentar sacarlo es más peligroso que no hacerlo. El radialista de 21 años recibió otros balazos en el torso. A pesar de todas las heridas, el joven logró manejar hasta el centro de salud local, en donde le socorrieron. Una primera cirugía le fue realizada en Concepción y luego fue trasladado vía aérea hasta el Centro de Emergencias Médicas.
El joven fue el único sobreviviente del atentado en Yby Yaú, ocurrido el pasado 5 de mayo. Desconocidos asesinaron a balazos al político colorado Magdaleno Silva, a su hijo Fernando y al veterinario y ganadero Félix Peña, y al hijo de éste, Isaac. El hecho reúne todas las características de un ajuste de cuentas, según el Ministerio del Interior.