Aregüeños honran a su santa patrona

AREGUÁ. En este distrito se celebra hoy la festividad mariana de la Virgen de la Candelaria. Con el tradicional encuentro de las imágenes de la Asunción y la Candelaria en la Playa Municipal, se dio inicio a los festejos patronales.

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Minutos antes de las 8:00, llegó la comunidad de San Bernardino acompañando a la protectora de esa ciudad, la Virgen de la Asunción, que fue traída en una lancha, mientras Nuestra Señora de la Candelaria la esperaba en las costas del Lago Ypacaraí junto a los feligreses aregüeños.

El párroco de la ciudad vecina, Modesto Martínez, contó que alrededor de las 6:30 de la mañana partieron rumbo a Areguá. Destacó que la tradición tiene diez años aproximadamente y que con el paseo de la santa por el lago imploran que pronto se encuentre una solución para recuperar el cauce hídrico de la grave contaminación que lo afecta desde hace décadas.

El sacerdote Martínez también alentó a los jóvenes a "no tener miedo para servir a Dios" y así tomar compromisos dentro de la Iglesia católica. Durante la misa, esta mañana, todos los presentes elevaron una oración por más vocaciones sacerdotales y religiosas.

La Dirección de Cultura de la Municipalidad de Areguá, encargada en la organización de la fiesta patronal junto con la casa parroquial local, compartió una reseña de la Parroquia Virgen de la Candelaria. Este es un fragmento de la historia:

"En el año 1650, la Orden de las Merced se asentó a la Loma y empezó la construcción de la Capilla, así iniciando la piedra fundamental del Templo Nuestra Señora de la Candelaria portadora de la Luz.

En el año 1861, el presidente Francisco Solano López promete al pueblo la refacción de la capilla y el traslada de la imagen de la Virgen de la Candelaria hasta la parroquia de Itauguá, en donde quedó mientras duraban las obras en el templo.

En 1862, el entonces presidente Francisco Solano López, un 13 de noviembre eleva la capilla a la categoría de Parroquia y distrito a la ciudad de Areguá, así independizándose de Itauguá.

Con el estallido de la Guerra contra la Triple Alianza las obras no se terminaron y recién a principios del siglo XX quedaron concluidas. En los años 1912 y 1914 es restaurado el templo y tiene una fachada con características similares a la mayoría de las Iglesias Católicas del Paraguay".

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