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Todos los empleados y huéspedes del hotel Megal, ubicado a pocos metros de la empresa Prosegur, corrieron a resguardarse bajo llave ni bien se inició la balacera, según relató el propietario Rubén Medina. Como los delincuentes derribaron las cámaras ubicadas enfrente, no pudo ver si ingresaron o no a su negocio, afirmó.
“Solo verificando las grabaciones del circuito cerrado de todo el edificio puedo descartar que haya habido francotiradores en el hotel. Sin embargo, en principio, puedo acotar que las rejas estaban cerradas, por lo que creo que no llegaron a tomarlo”, manifestó Medina en contacto con ABC Cardinal.
El empresario relató que sus empleados le llamaban a contarle lo que sucedía, ya que él estaba en el extranjero, y expresó que acompañó todo el sufrir de su personal con impotencia. “Lo único que ellos sabían era que había una balacera y se protegían de ella”, agregó.
Debido a las explosiones, muchos vidrios del hotel quedaron totalmente rotos, al igual que los de otros negocios y casas ubicados en los alrededores. Los asaltantes habían detonado varias bombas para poder romper la caja fuerte y robar aproximadamente US$ 9 millones, monto confirmado recién esta mañana.