Así mataron a Luis Lindstron

Los responsables de la muerte del ganadero Luis Lindstron aseguraron su cometido luego de dispararle desde una zona boscosa. Según fuentes, los atacantes se acercaron a la víctima que, tras recibir los primeros impactos de bala, chocó contra un árbol.

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Según relataron las fuentes, como un día más, el ganadero Luis Lindstron fue solo a tempranas horas de este viernes hasta la estancia Paso Itá, en la localidad de Tacuatí Poty, departamento de San Pedro, propiedad de Marys Llorens, a reunirse con personal del lugar, a bordo de su camioneta.

Tras conversar con el personal, a las 8:50, Lindstron abordó su vehículo y tomó un camino vecinal con destino a la ciudad. Minutos después, desconocidos que supuestamente pertenecen a la banda criminal autodenominada Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), lo atacaron desde unos matorrales.

Los tiradores apuntaron a Lindstron y lograron acertarle, provocando que el ganadero perdiera el control de su vehículo, que chocó contra un árbol.

Para asegurar, los asesinos fueron hasta el encuentro de Lindstron quien, logró abandonar el habitáculo de su camioneta, e intentó huir.

Al encontrarse con la víctima, los asesinos aplicaron el “tiro de gracia” que le produjo un desprendimiento de masa encefálica, lo que le provocó la muerte.

Inmediatamente después, destrozaron el rostro del ganadero, a balazos, disparados por un fusil con calibre 5,56, similar al utilizado por las fuerzas de seguridad.

Tras cumplir con su propósito, los asesinos abandonaron el lugar. Exactamente 10 minutos después, a las 9:00, policías que resguardan al personal de estancia desde los últimos ataques perpetrados en el lugar, divisaron la camioneta de Lindstron, incrustada contra el árbol.

Rápidamente acudieron al lugar y confirmaron el macabro hallazgo: El cuerpo de Luis Lindstron, sin vida. Al instante, los agentes realizaron disparos intimidatorios, sospechando que los atacantes todavía permanecían en la zona.

Los agentes policiales se comunicaron con las autoridades locales y, en los minutos siguientes, acudieron efectivos de la Comisaría de San Pedro, de la Jefatura de Concepción, al mando del comisario Antonio Gamarra, además del propio comandante de la Policía Nacional, Aldo Pastore.

La Policía realizó una incursión inmediata con helicópteros, de manera a vigilar la zona, por temor a otros atentados.

A partir de ese momento, la información sobre la muerte de Luis Lindstron tomó estado público, disipando las dudas que existían sobre su estado de salud. La información primaria indicaba que el ganadero había sido emboscado y que estaba herido. Sus familiares, incluso, indicaban a los medios que estaba bien.

En el lugar en el que se produjo el atentado fueron halladas unas 50 vainas servidas del calibre 5,56 y de otro tipo de armas.

Se sospecha que una pequeña parte de esos casquillos fueron producto de los disparos efectuados por los policías.

La mayoría de las vainas, que fueron halladas en el lugar del crimen, corresponden al calibre que terminaron segando la vida del ganadero, muy querido por la comunidad de Tacuati, por la ayuda brindada a los pobladores que, casi en su totalidad, son de escasos recursos.

Aguardando los resultados de los forenses solo se sabe que los asesinos de Lindstron aseguraron la muerte del ganadero, que ya permaneció secuestrado durante más de 40 días en el año 2008 y, desde entonces, vivió momentos de terror.

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