Asunción tiene actualmente unas 125 mil conexiones de ramales cloacales, que cubren el 70% de toda la ciudad. Así señala Néstor Roa, gerente de Alcantarillado Sanitario de la Essap en conversación con ABC Color. El funcionario dice además que las fuertes lluvias de los últimos días vinieron a desnudar un problema que afecta a varios barrios y que tiene que ver con el colapso de los sistemas cloacales debido a la sobrecarga del alcantarillado por las conexiones clandestinas.
En ese sentido, Roa dice que al menos el 25% de las 125 mil conexiones ramales de Asunción soportan además el desagüe pluvial, a través de nexos clandestinos, lo cual está prohibido y que genera estos inconvenientes que se tienen ahora en algunos barrios. “El grave problema que tenemos son las conexiones clandestinas, que hacen que el sistema colapse con cada lluvia grande. El sistema de alcantarillado que tiene Asunción es exclusivamente para aguas negras; esto quiere decir para desechos de sanitario, cocina y lavado de ropa. Lo que pasa con las conexiones clandestinas es que tiran cualquier tipo de cosas, como aceite, grasa, y eso hace que con el tiempo, las cañerías colapsen”, explica el funcionario de Essap.
Roa menciona que para llegar al 30% del alcantarillado que falta para completar toda Asunción, se tiene actualmente dos proyectos que requieren de la aprobación del Congreso –préstamos del exterior de unos 110 millones de dólares- para terminar de completar el sistema cloacal. Refiere que los planes son el proyecto de la Cuenca del arroyo Lambaré, que beneficiará a los barrios San Pablo, Terminal, Hipódromo, y el otro es el de la Bahía de Asunción, que beneficiará con alcantarillado a toda la zona de la Chacarita Alta y zonas aledañas. “Estos proyectos están en el Congreso y sólo falta la decisión política para que estos sean aprobados y tener un 100% de sistema cloacal”, dice Roa.
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Asegura además que el actual sistema está absorbido, por lo que se requiere en primer punto eliminar las conexiones ilegales y luego completar el alcantarillado para agua servida. “Mucha gente tira hasta resto de basura a su sistema cloacal y eso perjudica toda la red. Es evidente que falta mejorar el sistema pero también la ayuda de la gente, esto es responsabilidad de todos”, insiste Roa.
El funcionario menciona, no obstante, que otro problema que se genera con las conexiones clandestinas que afectan el funcionamiento normal del sistema cloacal es que no hay sanciones para los infractores. En ese aspecto, menciona que la Essap se rige por la ley 1614, que crea el marco regulatorio y tarifario del servicio de agua potable y alcantarillado sanitario para el Paraguay y el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan), el cual no prevé sanciones para quienes alteren el sistema cloacal de sus viviendas, comercios o empresas.
“Nosotros sólo podemos hacer las notificaciones y apelar a la buena voluntad de las personas para que quiten sus desagües pluviales de la red cloacal, porque es justamente eso lo que genera el colapso del alcantarillado. Hay muchos comercios grandes que tienen que tener un sistema de tratamiento para tirar sus desechos al sistema y no tienen, hacemos las notificaciones pero no tenemos ninguna autoridad para cortarle el suministro del agua”, señala Roa.
Uno de los barrios que sigue con agua servida por sus calles es el Republicano. Allí uno de colectores de la Essap colapsó y según señala Roa ya están trabajando desde ayer en la zona, para tratar de solucionar el inconveniente. En dicho barrio, sobre las calles Pizarro y Juan Moleón Andreu, el agua servida agarra varias cuadras, el olor se hace insoportable y el asfaltado cada día aparece con más baches.
Otro barrio afectado es el de San Vicente, cuyas calles –como Juan Zorrilla de San Martín y César López de Filippis, en donde también la zona se llena de agua servida y un olor nauseando. En este caso, Roa dijo que también conocen esta situación pero que el problema en el barrio se debe principalmente a la colmatación del alcantarillado por la cantidad de arena que ingresó al sistema. Dijo además que en el lugar están trabajando en dos sistemas cloacales –sobre General Santos y Campo Vía- lo que también ayuda a que el alcantarillado se vea saturado, además de las constantes lluvias que no ayudan.
Los vecinos de ambos barrios reclaman casi todo el día una solución al problema, teniendo en cuenta que el agua acumulada ayuda a crear baches, además del desagradable olor que gana el ambiente con la acumulación del agua servida por las calles.
Desde la Essap informaron además que tras los días lluviosos, se contabilizaron 120 tapas de alcantarillados desprendidas, que fueron arrastradas por los raudales. Hasta ahora, el 80% fue restablecido. Además, el ente reconoce el colapso de varios colectores en diferentes calles de Asunción, así como también en Luque, San Lorenzo y San Antonio, que fueron las ciudades con mayores problemas con el sistema cloacal.
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Fotos: Silvio Rojas