El pabellón, compuesto por tres aulas, se empezó a construir en el año 2016 con fondos del Fonacide, y la obra fue entregada el 24 de febrero de 2017 por el gobernador de ese entonces, Antonio Saldívar.
El pasado lunes 17, apenas media hora después de que los estudiantes del tercer ciclo salieran de clases, a las 17:30 horas, el techo de una de las flamantes aulas se desplomó. De milagro, ya ningún alumno estaba en la escuela.
El director del colegio, profesor Juan Amantes, comentó que el derrumbe comenzó solo en una de las clases, pero con el transcurrir de las horas, y los días, las vigas de madera que unen a las tres aulas del pabellón comenzaron a ceder, por lo que toda la estructura se vio afectada, y prefirieron por seguridad, ya no albergar a los niños en estos espacios.
Así, la humilde escuela ubicada en una comunidad carenciada del distrito de Teniente Irala Fernández, el estudiantado, que se compone de chicos desde el nivel inicial (5 años) hasta adolescentes del noveno grado, se quedó con solo dos aulas, por lo que la gran mayoría de los alumnos se ve en la obligación de dar clases bajo árboles.
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El director de la institución contó a ABC Color que además del pabellón que ahora quedó clausurado, tiene otras dos aulas más que hace tiempo ya tuvieron que desalojar, pues son extremadamente antiguas y presentan grietas en las paredes y techos, hecho que amenaza la integridad de los chicos, pues se pueden venir abajo en cualquier momento.
El responsable de la casa de estudios comunicó el hecho inmediatamente a la supervisión regional, y posteriormente visitó el colegio el supervisor Leonardo Benítez, quien ordenó la clausura oficial del pabellón, y se comprometió a remitir informe al Ministerio de Educación y Ciencias. Pero en la escuela San Antonio de Padua esperan una intervención real y urgente, pues necesitan del espacio para estudiar.
“Mi escuela no es muy grande, y 60 alumnos puede parecer una cifra menor, pero para la comunidad ya es importante este espacio para la educación”, manifestó el docente.
El director Amantes espera que le den una respuesta y que visiten su institución con propuestas concretas, pues la educación se ve gravemente afectada con la falta de infraestructura. “Me dijeron que solicitaron una inspección de las condiciones en las que quedaron nuestras aulas, pero no sabemos qué día vendrán, ni cuándo”, lamentó el profesor.