El presidente Horacio Cartes anunció la disminución del precio del pasaje para el transporte público convencional. Sin embargo, varios ciudadanos denunciaron en las redes sociales de este diario que los choferes no cumplen con la medida e, inclusive, tratan a los usuarios con prepotencia por los G. 100 faltantes.
El ciudadano Fernando José Vazquez relató que “cada vez que suben a un colectivo de la Línea 30 y abonan el G. 2.000 correspondiente tienen que aguantar que el chofer grite pidiendo los G. 100 que falta. ¿Al final solo para algunas empresa baja el pasaje? Eso es muy molesto”. Por su parte, el lector Fernando Ruiz Díaz coincidió en que “ahora falta que los buses diferenciales bajen a G. 3.000”.
Fernando López opinó que, según tenía entendido, “desde hoy el pasaje costaría G. 2.000, pero acabo de subir a la Línea 5 y siguen cobrando G. 2.100 y con la prepotencia de los choferes que exigen ese monto".
Nidia Yolanda Zayas apuntó que “nunca vi diferencia, debido a que la Línea 23, el convencional siempre cobra G. 2.500 y el diferencial G. 3.500 con la excusa de no tener monedas de G. 100”. Mientras que Pedro Otazu lamentó que el Presidente “se burle del pueblo, siendo que gracias al pueblo está donde está”.
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Rossana Giménez cuestionó, indignada: “Si baja el pasaje de los buses chatarras, ¿por qué no de los que tienen aire? ¿Alguien me lo explica?”. Fidelia Malocevich recomendó que se espere más... “Aún falta mucho para las elecciones, cuando se aproximen más las fechas verán como baja todo”.
El usuario Chiqui Agüero expuso que el combustible tampoco bajó: “Recién reclamé y el playero me dijo que debe recibir orden del administrador para bajar”. Por último, Fernando Nuñez confirmó que los choferes “siguen cobrando G. 2.100”.
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