Carlos Fernández Valdovinos, titular del Banco Central del Paraguay (BCP), se refirió al escándalo que se desató en la entidad debido a un negociado descubierto en el marco de una licitación por valor de US$ 29 millones para la impresión de 500 millones de billetes. Se iba a concretar una compra récord de papel moneda; sin embargo, todo fue anulado debido a que se descubrió que el pliego aparentemente fue preparado para favorecer a una determinada firma.
En contacto con radio ABC Cardinal, señaló que se trataba de una licitación histórica, consistente en la impresión de 500 millones de billetes por un valor total de US$ 29 millones para los próximos tres años. El alto funcionario mencionó que se recibió una denuncia referente a una de las medidas de seguridad a ser implementadas en los nuevos billetes ya estaba patentada, por lo que únicamente esta empresa podía ganar la licitación.
Al recibir la alerta cuando se analizaban los oferentes en el marco de la licitación, la banca matriz contactó con ocho bancos centrales en el exterior a fin de verificar la denucia sobre patentes. “Hemos contactado con al menos 8 diferentes bancos centrales en la región a preguntar si las medidas de seguridad -que consisten por ejemplo en una capa de barniz y luego un sello- estaban patentadas; cuatro nos dijeron que sí estaban patentadas y otros cuatro nos dijeron que no”, refirió.
Finalmente, ante las “dudas razonables acerca de la existencia de patentes” y además el hecho de que hubo “un número muy bajo de oferentes en relación a anteriores licitaciones”, el directorio del BCP optó por cancelar todo y separar a cuatro gerentes a cuyo cargo estaba todo el proceso.
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Al ser abordado con respecto a si estos gerentes -quienes pese perder sus cargos de confianza seguirán como funcionarios- intentaron alevosamente favorecer a una determinada firma, Fernández Valdovinos evitó señalarlos como culpables. “Si hubiese sido absolutamente direccionado, ni siquiera la última (empresa) se había presentado”, argumentó al comentar que fueron dos las empresas oferentes. El titular de la banca matriz inclusive inicialmente evitó hablar de irregularidades en el proceso. “No sé si llamar 'irregularidad', pero sí había algunas cuestiones que no convencían al directorio como para seguir llevando adelante eseto”, refirió.
En otro momento, Carlos Fernández Valdovinos insistió en que no puede hablar de que los funcionarios realmente hayan planeado un negociado. “Nosotros no estamos en condiciones de decir que sí hubo dolo, si hicieron (el pliego de bases y condiciones) para beneficiar a la empresa; en este momento no estoy en condiciones de decir que sí hay patente pero tampoco para decir que no hay; estamos en un momento para decir que hay dudas razonables sobre la existencia de patentes”, apuntó.
Insistió en que no puede echar del BCP a los gerentes destituidos, ya que -argumentó- no hay pruebas fehacientes en su contra. “Mucho cuidado con que se identifique a esos funcionarios como que no han sido leales con el BCP; si tengo pruebas de que iban a robar, estoy de acuerdo con que no hay que mantenerlos”, manifestó. Posteriormente, Fernández Valdovinos prefirió calificar el hecho como una “debilidad administrativa”. “Si tengo que echar a quienes tienen debilidades administrativas o desprolijidades, me voy a quedar sin gente, porque todos cometemos errores administrativos”, justificó.
Los gerentes removidos de sus cargos fueron identificados como María Epifanía González (subgerente de Operaciones Financieras), Sixto Morínigo (gerente de Operaciones), Andrea Monti (tesorera) y Alcibiades Maricevich (gerente de Logística y Patrimonio). “No tengo pruebas en este momento de que estos tipos entraron en connivencia con cierta empresa para poner en los billetes una medida de seguridad que ya estaba patentada y así solo esa empresa podía ganar”, reafirmó.
Consideró que la simple separación de los cargos -sin la desvinculación del BCP- “es la medida más razonable. Si llegamos a encontrar evidencias de que fueron favorecidos con recursos de esta empresa, claro que vamos a tomar medidas”, garantizó posteriormente. Al percatarse además de que el número de oferentes era menor a las licitaciones anteriores, se determinó cancelar la compra. “Veíamos que se presentaron en casi todas las denominaciones una sola oferente y otra en una de las denominadas; eran dos oferentes”, detalló.