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En la feria de descuentos ya están registrados unos cien locales comerciales tanto de esta capital departamental como de la vecina ciudad brasileña de Ponta Porá.
Las expectativas de venta están altas y el evento es de suma necesidad para los comerciantes de esta frontera, teniendo en cuenta que en los últimos meses las ventas cayeron en más de 40% debido a la crisis económica y política por la que atraviesa Brasil, de donde proviene la mayoría de los compradores en esta parte de la frontera.
Tomás Medina, miembro de la Cámara de Comercio de Pedro Juan Caballero, indicó que “a pesar de la crisis comercial, los comerciantes estamos optimistas y esperamos muchos compradores, tanto del Brasil como así también del Paraguay, que puedan llegar a nuestra ciudad para aprovechar las ofertas de precios realmente bajos”
El representante de los comerciantes se mostró preocupado por la alta cotización del dólar frente al real brasileño, factor que podría jugar un papel preponderante en relación a lo que podrán gastar los brasileños, teniendo en cuenta que las mercaderías que serán ofertadas están cotizadas en dólares.
Por su parte, Felipe Cogorno Álvarez, uno de los directores del shopping más grande de esta frontera, que da trabajo a más de 7.000 funcionarios, señaló que espera que las ventas sean positivas para poder oxigenar la economía de la frontera y llegar hasta el fin de un año bastante difícil para el comercio fronterizo.
“Pondremos más de 45.000 productos de primera línea, con descuentos que podrán llegar incluso al 70%”, señaló Cogorno Álvarez. Dijo que se hizo “todo lo que se podía para promocionar este evento de descuentos tanto en el Paraguay como en el Brasil, por lo que esperamos que en los cuatro días que durará la feria puedan llegar muchos compradores hasta esta frontera”.
La autoridades de las cámaras de comercio de Pedro Juan Caballero y Ponta Porá señalaron que ya existe una coordinación plena entre las autoridades policiales de ambos lados de la frontera para poder brindar atención especial en cuanto a seguridad y comodidad a los compradores que como en ediciones anteriores, se espera, invadirán la frontera dejando ganancias a hoteles, pensiones, locales comerciales, bares, restaurantes, vendedores ambulantes, taxistas y otros prestadores de servicios de esta frontera.