Descartan al EPP en ataque a una estancia

La información fue confirmada por el propio Teófilo Ruiz, ganadero dueño de la estancia Potrerito, en conversación con radio ABC Cardinal este martes. Ruiz opinó que los atacantes “son delincuentes comunes” y no criminales del EPP. “A veces me aparecen así por la zona. Estaba armados. Ahora, qué tipo de armas no sé”, informó.

Ruiz agregó que efectivos de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) actuaron correctamente tras el ataque, que fue perpetrado por tres hombres encapuchados vestidos con uniformes verdes o camuflados y que portaban armas largas ayer, alrededor de las 18:00, en el cruce María Auxiliadora de San Alfredo, en Concepción.

El dueño de la estancia comentó además que los atacados –su sobrino, el administrador José Emilio Salamone Álvarez (34) y la cocinera del mencionado establecimiento ganadero, quien no fue individualizada– fueron llevados a otro sitio fuera de la estancia “para que estén tranquilos”.

Conforme a lo explicado por Salamone, el ataque se produjo cuando ambos retornaban al establecimiento provenientes de Concepción, adonde fueron a comprar unos víveres. Relató que iban en una camioneta doble cabina conducida por él en un camino de la zona, cuando al caer la noche fueron alteados por los desconocidos en el cruce María Auxiliadora.

Como observó que estaban encapuchados, uniformados y que portaban armas largas, no detuvo la marcha y aceleró, pero en una reacción inmediata los hombres dispararon hasta que una de las balas impactó en el motor, por lo que se vio obligado a detenerse. Cuando bajó del vehículo, notó que uno estaba armado con una escopeta y los otros dos con rifles.

Las víctimas no se resistieron y Salamone les dijo que se llevaran todos los víveres e incluso el dinero en efectivo que tenía guardado en la camioneta. Sin embargo, los atacantes preguntaron por el propietario del establecimiento donde trabaja y les respondió que era Teófilo Ruiz. Al comprobar que no era la persona a quien buscaban, decidieron soltarlos, no sin antes despojar a Salamone de dos celulares que traía consigo. Inmediatamente después, emprendieron la fuga, internándose en un monte, en medio de la oscuridad.