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El sospechoso del crimen, Eduardo Villalba Benítez, expareja de Mabel Blanca, habría proporcionado datos del sitio donde estaban los restos. Sin embargo otra versión indica que fueron hallados por tractoristas que trabajaban la tierra.
De acuerdo a los datos recabados, la niñera habría sido asesinada de diez puñaladas, ya que su prenda de vestir presenta siente cortes agrupados. En la zona del cuello la mujer tiene otros tres cortes más.
El cuerpo de la menor estaba desmembrado y esparcido por el sojal. Se presume que en el lugar estaban operando unos tractores y las rastras de las máquinas pasaron sobre el cuerpo que estaba en estado de putrefacción.
El padre de Mía, desconsolado, reconoció las ropitas halladas en el sitio como de su hija.
Los profesionales levantaron los restos y fueron transportados hasta la morgue judicial en Asunción para su identificación plena.
Según el cruce de llamadas entre Eduardo Villalba Benítez y Mabel Blanca González, el hombre llamó 17 veces el mismo día de la desaparición y las llamadas eran desde la misma área en donde se produjo el hallazgo de los cuerpos. El sospechoso fue detenido en Katueté el pasado 22 de enero.