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Miles de fieles cristianos se congregaron este domingo en el santuario principal de la Basílica de Caacupé para la celebración la misa y la tradicional bendición de las palmas. El oficio tuvo un momento especial, en que fue representada la entrada triunfal de Jesús de Nazaret en Jerusalén, la última cena, la traición de Judas y la posterior crucifixión.
Durante su homilía, monseñor Giménez nuevamente mencionó que la confrontación solo trae violencia. Al referir que pascua significa paso, afirmó: “Necesitamos una pascua verdaderamente paraguaya, el paso de una actuación menos digna a una de hijo de Dios”.
Asimismo, dijo que los líderes políticos deben dar el paso desde la confrontación hacia el entendimiento mutuo. Si se continua con la soberbia, no se podrán medir los resultados, advirtió.
Finalmente, pidió el paso desde la irresponsabilidad de los dirigentes hacia la de grandeza, y que abandonen la posición dura y respeten la Constitución Nacional.