Los Urbieta reciben carta de dudoso colaborador

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Una carta dirigida a la familia del ganadero secuestrado Félix Urbieta alerta de dos mujeres que están supuestamente asistiendo a los secuestrados del EPP. La nota está firmada por un recluso del penal de Coronel Oviedo.

La carta escrita de puño y letra fue dejada el pasado lunes frente a la Municipalidad de Horqueta, a nombre del intendente de esta localidad, Arturo Urbieta, sobrino del secuestrado, firmada por Juan Francisco Viarnes, ciudadano argentino recluido en Coronel Oviedo. Este está a la espera de su extradición por delitos como asociación criminal, extorsión, falsificación de billetes y falsificación de documentos públicos, entre otros hechos punibles.

Según el texto, el recluso afirma tener en un dispositivo de almacenamiento (pendrive) con copias de conversaciones vía WhatsApp, mantenidas entre el mencionado y una mujer de nombre Laura que junto con su hija Andrea, presumiblemente menor de edad, “participa activamente con logística y asistiendo a 3 personas cautivas”, expresa parte de la misiva que aclara además que el extranjero no revelará los apellidos de ambas mujeres.

El extraño colaborador asegura no solicitar dinero a cambio de la información, no tener intención de burlarse del drama que implica un secuestro, e insiste que tiene información certera sobre el estado de Félix Urbieta. Solo pide que el jefe comunal vaya hasta el penal ovetense y solicite hablar con el médico.

Viarnes fue detenido en Caaguazú en mayo de 2016; es requerido por la justicia del vecino país y al momento de su detención contaba con un documento de identidad falso y además ejercía la medicina de manera irregular en la zona.

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La carta con fecha del 14 de enero de 2017 fue dada a conocer en las últimas horas, coincidentemente con el anuncio de que el grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) aceptaba la disminución del monto en concepto de rescate, y que la familia del ganadero pedía nuevamente una prueba de vida de Urbieta.

La aparición de la carta desconcertó a la familia, por el temor de que avivados intenten sacar ventaja de la situación, poniendo en riesgo la integridad del secuestrado.