Unas 40 personas de la Asociación de Colonos Paraguayos de Campo Grande, Mato Grosso do Sul, Brasil, hicieron un viaje de casi 800 kilómetros desde su comunidad hasta la ciudad de Caacupé, departamento de Cordillera, para pagar sus promesas a la Virgen Serrana.
Niños, jóvenes y adultos llegaron todos con sus respectivas remeras -que tenían impresos el emblema de la asociación y la foto de la Virgen de Caacupé-, todos hablando en portugués, lo que llamó la atención de los feligreses que el pasado domingo por la mañana visitaban el santuario.
Entre los que integraban la comitiva se encontraba Arnaldo Zelada, concepcionero de origen, quien a los 19 años partió rumbo al Brasil en busca de mejores horizontes. “Fui becado hace unos 50 años atrás. Estudié allá y hoy soy ingeniero civil. Tengo mi esposa y descendientes allá”, dijo don Arnaldo, en conversación con ABC Color.
Comentó que en la colonia de paraguayos en Campo Grande ya casi todos los jóvenes y niños que la integran son brasileños, sin embargo la cultura guaraní allí siempre se mantiene viva. Por ejemplo, cuentan con un centro educativo donde se enseña gratis español, guaraní, además de danzas tradicionales del Paraguay, y clases de guitarra, arpa, entre otros instrumentos. “Hay muchos interesados en los cursos, todos ya brasileños pero descendientes de paraguayos”, acotó.
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La religiosidad y fidelidad a la Virgen de Caacupé tampoco están ausentes en la colonia brasileña. “Tenemos una gruta, y una capilla donde hacemos una gran celebración el 8 de diciembre”, dijo Arnaldo, quien contó que por ello realizaron el viaje días antes de la festividad mariana en el país.
Hace nueve años atrás habían venido a Caacupé desde la colonia tras mucho tiempo de haberlo pensado. Desde entonces juntan sus ahorros para pagar el bus que los traiga hasta la Virgen de los milagros de Caacupé, en lo posible, cada año.
“El 8 de diciembre vamos a hacer una gran fiesta en la colonia. Hay unas 1.500 personas aproximadamente que participan”, subrayó.
Resaltó finalmente que la colonia representa a la colectividad paraguaya en varios otros Estados del Brasil, en festivales culturales donde la danza y música paraguaya son el punto central.
Ya varias instituciones del Estado se preparan para planificar lo que será la mayor fiesta de la feligresía católica, cuya fecha central es el 8 de diciembre. El evento moviliza a millones de creyentes que acuden hasta el santuario de Caacupé a pagar sus promesas.