Caso Eisen y un Poder Judicial corrupto

El juez Aníbal David Duarte, de Hernandarias, autorizó cosechar soja sembrada en la propiedad de los Eisen, donde rige una prohibición de innovar impuesta por un juez de Encarnación.

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El caso Eisen es reflejo de la podredumbre que impera en el Poder Judicial de nuestro país: esta familia de productores no puede recuperar la tierra que legítimamente le pertenece, a pesar de un mandato de la Corte Suprema de Justicia.

El mandato firmado el 15 de enero pasado por el juez Aníbal David Duarte, magistrado de primera instancia en lo civil de Hernandarias, es un claro ejemplo de la anarquía que impera en el Poder Judicial e inclusive se puede sospechar de corrupción por parte del magistrado.

El juez Aníbal David Duarte firmó el auto interlocutorio Nro. 02/16 y otorgó permiso a Geovani Luiz Tonel para cosechar soja dentro de la propiedad de la familia Eisen; los trabajos se llevan a cabo en este momento.

El grano fue cultivado en una propiedad donde el juzgado de primera instancia en lo civil y comercial del 5to. turno de Encarnación impuso una medida cautelar. El inmueble ocupa una superficie de 1742 hectáreas y está ubicado en el distrito de Mayor Otaño, Itapúa.

El 19 de agosto de 2014, el juez Juan Casco Amarilla prohíbe introducir modificaciones en el inmueble de la familia Eisen. El mandato judicial no se cumplió y en dos oportunidades diferentes el juez de paz de Mayor Otaño, Abog. Crispín Zorrila, comprobó el desacato.

La violación de la prohibición de innovar tuvo como resultado la imputación de Nivaldo Ourikes Kestring, María Magdalena Vda. de Dirks y Alexis Benítez Rodríguez quienes se encuentran bajo investigación del Ministerio Público.

Existe un proceso por desacato, una medida cautelar sobre la propiedad de los Eisen y un juez de Hernandarias ordena cosechar un grano que es resultado de violar una prohibición de innovar.

El permiso para cosechar se firmó el 15 de enero de 2016; la siembra tuvo su inicio en el mes de noviembre de 2015. Estando vigente la orden del juzgado de Encarnación se sembró y ahora aparece un juez de Hernandarias para autorizar la cosecha.

El juez Aníbal David Duarte está legitimando un acto de absoluta ilegalidad, sin olvidar que dictó un permiso para cosechar en un inmueble donde impera una medida cautelar.

Por otro lado, la Corte Suprema de Justicia rechazó acciones de Luis Aníbal Schupp y María Magdalena Vda. de Dirks que pretendían mantener la posesión de la finca de los Eisen. La misma Corte Suprema ordenó la devolución del inmueble a sus legítimos propietarios pero este es el momento en que un juez de primera instancia de Hernandarias dispone que, de hecho, se extienda la posesión en favor de usurpadores.

¿Qué valor tiene una sentencia de la Corte Suprema si un juez de primera instancia puede desobedecerla sin recibir castigo alguno?

Es probable que el juez Aníbal David Duarte sea corrupto, debe ser objeto de investigación por parte del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y la Superintendencia de la Corte Suprema a fin de determinar su responsabilidad.

O quizás la oferta que pudiera haber recibido sea lo suficientemente tentadora como para arriesgarse a una investigación del Jurado de Enjuiciamiento.

Por último, Geovani Luiz Tonel, beneficiado con el mandato para cosechar, es un hombre que integra el equipo de trabajo del imputado Nivaldo Ourikes Kestring.

Los Eisen, mientras tanto, siguen fuera de su legítima propiedad.

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