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Por su lado, la secretaria de Estado de Hacienda, Lea Giménez, destacó la “exitosa colocación de bonos soberanos, con la que Paraguay “demuestra una vez más la solidez de su economía.
Destaco que son US$ 530 millones, a 30 años de plazo, 5,6% de interés, “spread record”, con la participación de 180 inversionistas, casi US$ 40 millones por minuto, “demanda de más de cinco veces lo ofertado”.
Por su parte, el presidente del Banco Central el Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, aparte de calificar también de exitosa la colocación de los bonos, destacó que la tasas de interés y el diferencial con respecto a bonos americanos han sido menores que en la colocación anterior”.
Sin embargo, lo que ambos altos funcionarios del área económica y financiera no explican es que esta colocación es un incremento importante a la deuda externa del país, que a diciembre 2017 asciendía a US$ 5.592 millones, que las futuras generaciones tendrán que pagar.
Esta emisión será la sexta que se llevará a cabo desde 2013, año en que por primera vez se colocaron los bonos soberanos por US$ 500 millones, durante el gobierno de Federico Franco (PLRA).
Posteriormente, desde 2014 en adelante el gobierno actual de Horacio Cartes no paró de emitir y le sumó otros US$ 2.380 millones hasta el año pasado.
Con esta nueva emisión 2018, de concretarse, la deuda por esta vía llegará a los US$ 3.380 millones al final del mandato de Cartes.
A los soberanos se suma los bonos locales colocados vía Bolsa de Valores y Productos de Asunción SA (BVPSA) y través del BCP, que a diciembre del año pasado superaban los US$ 404 millones.
La deuda pública total, incluyendo la interna y la externa contraída vía bonos y préstamos de organismos internacionales o privados, asciende a US$ 7.168 millones, lo que ya representa el 24,4% del producto interno bruto (PIB).