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El río Paraguay está en 5,56 metros de altura y ya generó el desplazamiento de 6.231 familias, quienes fueron asistidas por la Municipalidad de Asunción y la Secretaría de Emergencia Nacional. Los datos cerrados ayer, lunes, indican que en el Bañado Sur fueron asistidas 2.874, mientras que en el Bañado Norte, 3.357, que están distribuidas principalmente en 77 albergues en la ciudad de Asunción, explicó Javier López, del Consejo Municipal de Emergencias y Desastres de Asunción (Comueda).
La Municipalidad estuvo al frente de las operaciones hasta hace algunos días, cuando el río llegó a 5,50 metros, ya que por ley, una vez llegado a ese nivel, las operaciones son encabezadas por la Secretaría de Emergencia Nacional, pero siempre trabajando en conjunto. López señaló que siguen trabajando, pero ahora como apoyo de la SEN, en verificaciones y mudanzas a los refugios. Quienes tienen la posibilidad de ir a la casa de un pariente o amigos evitan los refugios.
Una vez dentro de los refugios se les asegura luz, agua, baño y un cierto grado de seguridad, ya que la Policía puede ingresar a los predios y controlar cualquier situación de irregularidad. Comentó que también están habilitados refugios militares, donde, si bien mucha gente se muda, algunas personas se resisten a ir por los controles en los lugares en cuanto a las normas de convivencia.
Dijo que hubo casos en que llevaron a algunas familias a un refugio y durante la noche las personas tomaron los puntales, terciadas y chapas que se les había entregado para ir a montar sus casas al costado del Parque Caballero. En el refugio San Felipe caben unas 700 familias, pero actualmente solo están cerca de 300, dijo a modo de ejemplo.
Añadió que hay casos en que buscan consensuar con los afectados y los vecinos de las zonas donde se establecerán los desplazados, ya que en algunos casos los vecinos se oponen a la instalación de viviendas precarias en las calles o plazas. Camino al Mbiguá hay cinco refugios que fueron establecidos en consenso, dijo, donde los propios vecinos de forma solidaria aceptaron que los damnificados se ubiquen para no tener que ir hasta el RC4, que ya les quedaba lejos.
López explicó que solamente en materiales para la construcción de las viviendas precarias se gasta al menos G. 1 millón por el kit de puntales, chapas y terciadas; luego están los gastos de luz, agua y baños que fueron a cuenta de la Municipalidad durante la asistencia a unas 5.000 familias, antes de que encabece el proyecto la SEN.
El año pasado se terminó el operativo de emergencia con una gran deuda con los proveedores que hasta ahora se sigue pagando. Los gastos se cubren con el 5% de los impuestos inmobiliarios, que resultan insuficientes sobre todo atendiendo a la alta morosidad de ese impuesto en Asunción.