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Chicharõ ya no quiere ser Chicharõ. Su abogado Jorge Prieto Morínigo envió una misiva a la dirección de este diario rechazando y desautorizando el uso de la palabra “Chicharõ” por considerarla discriminativa, peyorativa y jocosa. Lo peor de todo es que la “jocosidad” -escribieron- no ha sido compartida con él.
En la carta se desautoriza a este diario a llamarlo Chicharõ: urge a usar sus nombres y apellidos para así ayudar a ABC Color a dar más “seriedad” a las notas periodísticas. Como muestra adjuntaron seis notas en las cuales se hace referencia a las últimas farras organizadas por los hermanos Sánchez de las cuales participaron funcionarios de la Fiscalía.
También agregaron una copia de la nota donde consta que el actual ministro de Justicia, Éver Martínez, instaló a Chicharõ en una celda VIP de Tacumbú, así como otro artículo donde se menciona que Chicharõ podría ser procesado por hechos vinculados al narcotráfico. También incluyen una donde Chicharõcito Sánchez reconoce que el diputado Óscar Tuma es su líder e incluso una sección de humor de Caló.
El diputado suplente Sánchez ha olvidado que su campaña proselitista para llegar al Parlamento se basó en gran parte en el uso popular de su peculiar y folclórico sobrenombre culinario.
Chicharõ es el nombre en guaraní para llamar a una sabrosa variedad de tiras de ganado vacuno o porcino que se trenzan para su cocción. Se prepara cortando la carne en tiras, se trenza y se cocina en una olla hasta que pierda toda la grasa. Se separa la grasa y se agrega sal y jugo de naranja agria. Se lleva a nueva cocción y cuando queda dorado está listo para su consumo, acompañado generalmente de mandioca. Es una comida altamente calórica, afirma Wikipedia.