“Yo hace dos meses estoy en la dirección. Tengo una lista de 15 alumnos que ya no van a seguir en la institución el próximo año, no serán matriculados. No puede ser que a una institución de prestigio asistan alumnos solo para violentar”, dijo a ABC Cardinal el director.
Expuso que, antes de su llegada, el colegio era “tierra de nadie” y no se tenía control absoluto de las personas que ingresaban y los alumnos salían en plena hora de clases, por lo que ahora se implementa un mecanismo de control en el cual los estudiantes deben ingresar, si no es su horario normal de clases, con su cédula y explicar el motivo de permanencia en la institución.
Sobre los cuatro alumnos expulsados -que 'cambian de ambiente'- dijo que ya fueron notificados ayer y, pese a que algunos se opusieron a recibir la resolución, una escribana estuvo presente y labró acta de todo lo ocurrido. “Si vuelven al colegio, creo que tiene que actuar la fuerza pública. Ya no pertenecen a esta institución”, aseveró y advirtió de que se controlará estrictamente los accesos para evitar que ingresen.
Sobre la situación de Fernando Silva, uno de los afectados, Ruiz dijo que cuentan con testigos que lo ubican en el lugar y momento en que otro estudiante estaba siendo sometido a un corte de cabello contra su voluntad. Los padres del estudiante víctima, al conocer el hecho, fueron a la comisaría y denunciaron el caso, que ya está en manos de la Fiscalía, añadió.
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Silva fue uno de los que más se resistieron a acatar la medida y de los que encabezaron la injustificada toma del colegio. De 14 materias, tiene seis reprobadas. Por su parte, otro de los que 'cambian de ambiente' llegó a aplazarse en todas las materias. Contó que incluso Silva -que es del turno noche- llegaba al colegio a las 6:00 y se retiraba recién a las 19:00; sin embargo, a veces no entraba a clases y "nadie sabía lo que hacía", afirmó.
Otro de los antecedentes de Silva es haber encabezado un violento “descuereo” con sus compañeros de la bandaliza a otros alumnos, motivo por el cual muchos padres ya habían pedido su expulsión y, como prometió cambiar, se decidió darle otra oportunidad pero igualmente siguió con su actitud violenta dentro del colegio. A raíz de estos últimos acontecimientos, Ruiz adelantó que en breve presentarán ante el Ministerio de Educación un nuevo manual de normas de convivencia para reforzar el orden dentro de la institución.