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El director de la Décima Región Sanitaria, Dr. Miqueias Abreu, sostuvo que estos caracoles africanos fueron traídos al país hace unos cinco años, “aparentemente por cuestiones alimenticias, para platos extraños o afrodisíacos, y por cuestión de la baba que produce, por cuestiones cosméticas”, dijo a radio ABC Cardinal.
Explicó que, como no es natural de esta región, no tiene un depredador natural “y se fueron multiplicando; ahora tenemos una cantidad descomunal”. En la primera jornada de clases en Alto Paraná se procedió a retirar de las instituciones educativas los caracoles. Mencionó que el procedimiento con los mismos es arrojarlos en sal, para que se deshidraten, y luego enterrarlos.
Rememoró que anteriormente la gente encontraba a estos moluscos y cometía el error de arrojarlos al río, lo que permitió que se propaguen a localidades río abajo, inclusive en territorio argentino. Lo alarmante es que los niños los usaban para jugar, expuso, porque por su rareza les llamaba la atención. Finalmente, dijo que el contacto con estos caracoles puede causar alergias y otros problemas puntuales sobre la piel.