El jefe de la ciudad anunció hoy ante medios de prensa que entabló conversaciones con varias personas para habilitar más refugios para los desplazados por las aguas. Indicó que pidió ayuda a directivos del club Coronel Escurra y del club Silvio Pettirossi para habilitar nuevos albergues. Sostuvo que el domingo también contactó con autoridades del club Deportivo Paraguay y otras organizaciones.
Según el intendente, el problema de las inundaciones nunca se tomó seriamente en Asunción. “Es un tema que también tiene que ver con nuestra imprevisión crónica, porque este fenómeno estaba anunciado, se sabía que llegaba, pero no hay lugares suficientes y esto también produce la ocupación de plazas y espacios públicos como pases centrales”, sostuvo. En ese sentido, pidió a los vecinos tener mucha comprensión en cuanto al desplazamiento de los damnificados a lugares más altos.
Se le preguntó a Mario Ferreiro cuál sería la vía más apropiada para que la ciudadanía ayude a los damnificados. Sostuvo que, en ese sentido, tiene una charla pendiente con el ministro de Emergencia, Joaquín Roa. Explicó esto diciendo: “Con el entusiasmo, a veces se pueden cometer errores”.
Ferreiro señaló después que confía mucho en la Pastoral Social para este tipo de procedimientos de emergencia. Aconsejó a las personas interesadas en ayudar al centro ubicado en la Chacarita, que tiene como coordinador a Ricardo González. Mencionó que esta persona es de gran confianza. Explicó que este lugar está al lado de la comisaría que funciona en el barrio Ricardo Brugada, en la parte alta. “Ellos están muy bien organizados, puede ser uno de los sitios más confiables para llevar donaciones”, reiteró.
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Recordó que la Comuna tiene recursos muy limitados para esta emergencia, a la que él mismo calificó como una “gran tragedia humanitaria”. Recordó que unas 100.000 personas ya fueron evacuadas de sus hogares por el avance de las aguas. Destacó la labor de Unicef, que instaló una colonia de vacaciones en el Bañado Norte para los niños, para ayudarles a superar esta crisis. Funciona en la Escuela Fe y Alegría, que está coordinada por el padre Carlos. Sostuvo que se necesita una iniciativa parecida en el Bañado Sur.