Condenan a una madre por violencia doméstica

El Tribunal integrado por Nancy Karina Adorno Mendoza (presidente), María Isabel Meza y Julio Fernández condenó a cuatro años de pena privativa de libertad a Heidi Ana Karen Blanco Ríos, por haber maltratado psicológica y físicamente de forma sistemática a su hijo, que hoy tiene 9 años.

Además del testimonio de vecinas, también tuvieron en cuenta un informe victimológico y psicológico realizado por profesionales del Ministerio Público, que refiere que el niño ya arrastra daño psicológico como consecuencia de las situaciones abusivas que debió soportar de su propia madre.

La situación que colmó la paciencia de vecinos del barrio Laurelty de esta ciudad ocurrió el 23 de abril de 2016, al mediodía, relató el fiscal de la causa Julio Ortiz, quien solicitó seis años pena máxima para el tipo penal. La madre le envió a la despensa para comprar una gaseosa de tres litros, pero la propietaria Selva Benítez le refirió que ya no podía darle ningún producto porque Blanco Ríos ya adeudaba más de G. 500.000. El niño le insiste que, por favor, le entreara la bebida, pues en caso contrario su madre le iba a golpear, de acuerdo al relato de testigos que le sirvieron de base al agente del Ministerio Público para pedir la condena. La propietaria del local le manifestó al chico que si se acerca a ella su madre le va a entregar el producto.

Sin embargo, la criatura volvió llorando con rastros de golpes en el brazo, así como arañazos, hecho violento que fue presenciado por otras vecinas, que contaron al Tribunal que le arrojó hasta en el suelo. La despensera fue la que formuló la denuncia en la caseta policial de Villa Laurelty, y al regresar a su negocio se volvió a encontrar con la criatura, que le refirió que su mamá le había echado de la casa.

El niño volvió a su domicilio para retirar algunas de sus pertenencias, como su patineta y su bicicleta, momento en que la mujer lo volvió a pegar. Los vecinos intervinieron, la mujer le acercó al niño a la caseta policial y, bajo acta, entregó a su hijo manifestando estar cansada de él, al que llamó "carruaje", según las declaraciones.

Selva Benítez y otras vecinas que fueron testigos, como Lorena Orrego, declararon ante el Tribunal haber visto la violencia física y psicológica a las que era sometido el niño por parte de su madre, y que esto venía de hace mucho tiempo.

Por de pronto, el pequeño quedó a cargo de las mismas de forma temporal, pero luego fue llevado a un lugar de abrigo ubicado en Pedro Juan Caballero, donde permanece hasta la fecha.