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El ministro de Salud, Carlos Morínigo, confirmó que finalmente Sergio Forte, quien se desempeñaba como director de Administración y Finanzas del Ministerio de Salud, quedó desvinculado de la institución al ser aceptada su renuncia.
Forte había puesto su cargo a disposición hace un mes, detalló el secretario de Estado. El funcionario administraba desde 2013 los fondos de Salud Pública y era responsable del plan antidengue ejecutado por el Ministerio y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que fue excusa para contratar a parientes de altos funcionarios de la misma cartera de Estado.
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Morínigo aseguró que la auditoría abierta por la Contraloría General, una vez que se conocieron las irregularidades, continuará. "Todo continúa igual. Hay que hacer un cambio. Nadie es dueño de su puesto en la función pública. El cambio debe ser hecho para que la estructura siga funcionando", argumentó el ministro.
Además de desviar millones en compras que nada tienen que ver con el plan “modelo” de “Prevención y control del dengue” de Salud y del PNUD, ya gastaron toda la plata, según confirmó la propia cartera de Estado y, para rematar, se pagó por servicios que hasta ahora no fueron proveídos.
El proyecto, que cuesta US$ 18 millones al país durante el gobierno de Horacio Cartes y la administración del ministro saliente Antonio Barrios, fue aprovechado para emplear a parientes cuyas funciones nada tienen que ver con la misión de “eliminar criaderos de mosquitos” y también ayudó para negocios con los amigos.
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La firma VTG SRL, de Rubén Darío Vera, es una de las contratistas preferidas del proyecto antidengue. Este es hermano masón del administrador del proyecto y director financiero de Salud, Sergio Forte.
Para combatir el dengue, Salud y PNUD contrataron al hermano masón de Forte para proveer sistema de automatización de turnos, relojes biométricos y software de gestión de recursos humanos. Unos G. 7.200 millones se adjudicaron calladamente a Vera, quien hasta ahora no terminó de cumplir con su obligación.