Se trata de la constructora BGF S.A, representada por Gustavo Franco. Llamativamente, solo pasaron horas entre la apertura de sobres y la adjudicación, seleccionandose una vez más a esta constructora que presentó una oferta de G. 23.012.468.540.
La empresa que en esta ocasión fue afectada por el “Walkover” de la Uidad Operativa de Contrataciones (UOC) de la Gobernación de Ñeembucú, fue el Consorcio del Sur, representado por el ingeniero Jorge Ozuna, que había presentado una oferta de G. 22.903.200.452. Como ya es una constante en los llamados de la institución a cargo de Carlos Silva, los que presentaron la oferta más baja sucumbieron ante “el peso” de la constructora BGF S.A.
Los responsables del Consorcio del Sur, denunciaron que la adjudicación se realizó en tiempo récord. Para sorpresa de los que presentaron la oferta más baja, el mismo día de la apertura de los sobres ofertas, recibieron la notificación de que no habían sido seleccionados para realizar la obra. Intentamos contactar con el encargado de la Unidad de Contrataciones de la institución departamental, César Verón, para conocer su versión respecto a las denuncias, pero no atendió nuestro llamado.
Invariablemente, desde el inicio de su mandato, para todas las obras que requieren mayor inversión fue contratada la empresa BGF S.A., que tiene como responsable a Blas Gustavo Franco. Empresarios que habían competido sin éxito en licitaciones anteriores, a pesar de presentar las ofertas más económicas, han indicado que la constructora acapara gran parte de los recursos para obras de la Gobernación de Ñeembucú. La firma sería de propiedad del diputado liberal Dionicio Amarilla. Esta constructora prácticamente se presenta “invicta” en las licitaciones convocadas por su correligionario Carlos Silva, arrasando con las demás aún cuando sus presentaciones no sean las más económicas.
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Entre las obras adjudicadas a la empresa BGF S.A. se encuentra el pavimento “tipo ripio”, que une los distritos de Tacuaras y San Juan de Ñeembucú (concluido), y otro en construcción, que unirá Isla Umbú con Laureles y Cerrito. Este afirmado se realiza con piedras de destape de canteras, generando numerosas quejas de los vecinos de la zona, que en muchos casos prefieren buscar caminos alternativos para llegar a destino. Las principales víctimas de esta obra de BGF S.A. son los motociclistas y automovilistas que frecuentemente deben acudir a las gomerías al transitar sobre las filosas piedras del destape de canteras. Ante las quejas por el sufrimiento que genera transitar de estos tramos, desde la gobernación habían indicado que en este tipo de pavimentos, los automovilistas no deben superar los 40 Km por hora.