La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) coinciden en el informe que en 2016, los mercados laborales de América Latina y el Caribe, en su conjunto, estuvieron marcados por la profundización de la crisis económica, que se expresó en un segundo año de contracción del producto regional.
En este contexto, la tasa de desempleo urbano aumentó del 7,3% en 2015 al 8,9%, el mayor incremento anual del indicador en más de dos décadas. A pesar de que a 2016 se han acumulado dos puntos porcentuales de incremento de la tasa de desempleo desde 2014, los niveles son todavía inferiores a los registrados entre finales de la década de 1990 y comienzos de la de 2000, dice.
En el presente informe se observa que la continuidad de la contracción económica tuvo un mayor efecto este año, particularmente en el caso del Brasil, el país con mayor ponderación en el PIB y el empleo regional.
El documento señala que, producto de la continuidad de la fase contractiva del ciclo económico-laboral, en 2016 la tasa de desempleo siguió subiendo para ambos sexos. Expresa que entre los países que registraron un aumento de la tasa de desempleo urbano, en términos proporcionales, la tasa de desempleo aumentó más para las mujeres que para los hombres en cuatro países: Honduras, Paraguay (1,5 veces), Uruguay y Venezuela (República Bolivariana de, mientras que en cinco (Argentina, Brasil, Chile, Colombia y Guatemala) el incremento de la tasa de desempleo fue mayor para los hombres.
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En el Ecuador y Panamá los aumentos fueron iguales en ambos sexos, y en el Perú la tasa de desempleo de los hombres aumentó, mientras que la de las mujeres se redujo.
Para el conjunto de los países de la región (incluidos aquellos en que la tasa de desempleo disminuyó), el desempleo masculino tendió a subir, en promedio, menos que el de las mujeres, un comportamiento distinto al registrado durante el período contractivo anterior.
El informe recuerda que, en efecto, durante la contracción económica de 2009, la relación entre las tasas de desempleo femenina y masculina tendió a caer respecto de 2008 (el promedio simple pasó de 1,5 veces a 1,4 veces) como consecuencia de un alza mayor del desempleo entre los hombres que entre las mujeres, que afectó a 12 países.
En cambio, en 2016 la relación entre las tasas de desempleo de las mujeres y las de los hombres a nivel regional pasó de 1,4 veces a 1,5 veces. La situación del desempleo, en especial para las mujeres, puede profundizarse si, tal como se prevé, las condiciones de incertidumbre política y económica a nivel internacional tienen un carácter menos temporal.
Cepal-OIT alerta asimismo que la intensificación de la fase contractiva del ciclo económico afectó tanto al volumen como a la calidad del empleo en la región. En efecto, la contracción de la economía regional no solo produjo un marcado descenso de la tasa de ocupación, tanto regional como de la mayoría de países, sino que también se expresó en el reajuste de la composición del empleo hacia categorías más informales con condiciones laborales estructuralmente más precarias, como los trabajadores por cuenta propia.
El informe dice que el empleo asalariado se desaceleró desde 2013, siguiendo la senda de desaceleración de la economía. El año 2016 no fue la excepción: la tasa de crecimiento del empleo asalariado ponderado de 12 países de la región pasó de un alza del 0,4% en 2015 a un descenso del 0,5% en 2016. Para el caso de Paraguay pasó de 4,2 (en 2015) a 1,1 (en 2016).
La entidad multilateral señala que, si bien la caída se explica por el peso de la contracción del empleo asalariado en el Brasil (-3,2%) en el promedio regional, esta contracción se extendió a cinco países en 2016, frente a solo dos en 2015.
La disminución del empleo asalariado en 2016 fue atenuada por la creación de empleos por cuenta propia por segundo año consecutivo. Ello implicó una reversión de la tendencia que se observó —con excepción de la contracción de 2009— desde mediados de la década pasada hasta 2013, en que el trabajo asalariado fue el eje de la creación de empleos en la región.
Otro indicador complementario sobre la calidad del empleo para la CEPAL es el de la tasa de subempleo por horas, que en 2016 habría registrado una mejora en varios países de la región.
La proporción de los ocupados que trabajan menos horas que un mínimo establecido a nivel nacional (con grandes variaciones en los diferentes países) y desean trabajar más horas registró una caída en siete de los 11 países con información disponible: Brasil, Colombia, Costa Rica, Honduras, México, Panamá y Paraguay (-05).
Por el contrario, en Chile, Perú, Uruguay y particularmente el Ecuador, la proporción de trabajadores que quisieron trabajar más horas, pero no tuvieron la posibilidad de hacerlo, aumentó.
Datos oficiales
De acuerdo a datos del 2015, de la Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos (DGEEC), dependiente del Gobierno, la tasa de desempleo abierto es del 6,9% de la población económicamente activa (PEA), que para ese año era de 3.492514 (50,42%).
Según los mismos datos oficiales, la tasa de subocupación total del 2016 fue de 12,3%, la población ocupada de 3.306.124 (95,1%).
