Magdalena Gómez, directora de Desarrollo Social de la Comuna local, se refirió a lo ocurrido con la niña Sara Insfrán, quien sufrió una descarga eléctrica en la plaza Monseñor Van Aaken tras pisar un cable pelado del sistema de iluminación. La funcionaria dijo desconocer que la plaza en cuestión presentaba tal negligencia hasta que el hecho tomó estado público en la víspera.
Sin embargo, la funcionaria adjudicó esta situación al vandalismo, atendiendo a que recibieron numerosas denuncias fotográficas sobre la mencionada irregularidad. “Intentan robar los cables raspando y estirando hacia afuera, pero no los llevan y se quedan en el sitio”, precisó la funcionaria. Llamativamente, entre las denuncias supuestamente recibidas no figura ninguna sobre la plaza donde se produjo la electrocución de la menor.
En otro momento, señaló que la Comuna ha acompañado a la familia desde el momento del hecho, gestionando una tomografía en un hospital privado, y que también entregó G. 5.000.000 al padre de la menor, hecho documentado con fotografías y recibos, en respuesta a las críticas de la abuela Élida Torres sobre un supuesto abandono de la Comuna a la familia afectada por el hecho.
El cable que pisó la niña es el que conecta un reflector con un farol y el concreto que cubría la conexión estaba roto. El cable pelado no tenía caño corrugado, según fotos que captaron familiares de la víctima, por lo que la menor quedó por varios minutos pegada al cable y se encuentra en estado crítico.
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