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Los funcionarios de la administración pública y entidades descentralizadas deberán acudir ese día a trabajar desde la primera hora, pero, a diferencia de los empleados del sector privado, podrán retirarse a las 10:00 de la mañana. Es para que puedan encaminarse a la tradicional peregrinación hacia la Basílica de Caacupé, para participar de la festividad religiosa en honor a la Virgencita azul.
Como motivo del decreto, el Presidente expone que desde el día previo al 8 de diciembre hay un importante movimiento de fieles, por lo que “amerita precautelar la seguridad y el orden en esos días”.
Están excluidos de la medida de asueto los funcionarios que prestan servicios médicos de urgencia y en horarios especiales, así como los trabajadores dedicados a servicios públicos que son imprescindibles para la comunidad.
La celebración central de Caacupé será el próximo sábado 8 de diciembre.
Otras entidades como el Ministerio de Salud Pública ya han anunciado que tienen preparada la logística para contener a la población ese día.