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En todo momento, Chávez, quien asegura ser el gobernador legal del Guairá, recalcó que simplemente declaró ante la Fiscalía los hechos que son “de público conocimiento”.
“Conté lo que pude ver, sobre esa turba que vino de Coronel Oviedo, Caaguazú, haciendo vandalismo, acompañados del equipo de Rodolfo Friedmann, sin que los documentos digan que él es el gobernador”, manifestó Óscar Chávez.
Continuó relatando que tras la toma del edificio gubernamental por la parte trasera, luego de que los manifestantes derribaran la valla perimetral donde funciona la Junta Departamental, él fue atropellado y salvado “de milagro” por un policía que, según cuenta, lo sacó del lugar.
“Este oficial me salvó prácticamente la vida, porque según informaciones que manejo, yo era la víctima. Rompimos nosotros el candado y me alzaron a la patrullera. Si ellos no me ayudaban, yo no sé si estaría vivo hoy”, contó Chávez al corresponsal de ABC Color, Carlos Ávalos.
Añadió que él “no tiene la culpa” de que Friedmann “haya presentado renuncia”.
“Las instancias judiciales obraron. Tengo resolución de Tribunal Electoral que me faculta a ser gobernador”, manifestó, y anunció que no recurrirán a la violencia “porque no corresponde” y que “las cosas se tienen que hacer por vía judicial, y la Fiscalía va a investigar”.
Finalmente, dijo que la Justicia tendrá que encargarse del desalojo. “Mientras tanto, vamos a dejar que alquilen y usurpen la Gobernación”, señaló.
Fiscales se inhibieron
Por su parte, el fiscal Alcides Espínola señaló que decidieron convocar para la tarde de este martes a Óscar Chávez, así como a los concejales Alíder Peralta y Gloria Santos.
Manifestó que tanto el fiscal Carlos Alvarenga como el fiscal Bernardo Elisaur, e incluso él mismo, tendrán que inhibirse de la causa porque tienen causales de inhibición con los abogados que se presentaron como parte del proceso. Es por eso que tendrán que pasar la carpeta a la fiscal que está en el siguiente orden de turno, que en este caso es la agente Noelia Soto.