Denuncian multa “inventada”

La ciudadana identificada como Stella Azuaga relató que en la madrugada de este domingo se encontraba saliendo con su esposo de un local gastronómico ubicado en las inmediaciones del Shopping del Sol, cuando fueron detenidos por un efectivo de la Policía Nacional que les solicitó sus documentos y los del vehículo.

Accedieron a la orden, y el uniformado también revisó el vehículo, según el relato. Posteriormente, según Stella Azuaga, el uniformado se alejó, y llamó a un efectivo de la Policía Municipal de Tránsito, quien fue identificado como “A. Olmedo”, porque los denunciantes no pudieron precisar su nombre. Este se acercó y sometió a la prueba de alcotest al conductor del coche, el esposo de Azuaga.

Según refiere la denunciante, en el primer intento a su marido le dio resultado negativo. El policía de tránsito pidió un segundo intento, y el alcoholímetro vuelve a dar cero. Curiosamente, según el relato, el uniformado vuelve a insistir en que el conductor realice una tercera soplada, y acto seguido le oculta el resultado del alcoholímetro y le dice que dio 0,3, por lo que tendría una multa.

Según el relato, al percatarse de lo irregular del procedimiento, los ciudadanos solicitan hablar con el responsable del operativo, y el efectivo de la PMT le responde que en el lugar se encontraba el fiscal Emilio Fúster.

Azuaga y su marido se acercaron hasta donde estaba la presunta comitivan con intenciones de hablar con el fiscal y pedirle que volviera a realizar el procedimiento en su presencia.

Pero en el sitio se encontraron con un gran grupo de personas que también estaban reclamando porque los efectivos les habían puesto multas y exigían solamente pagos en efectivo, sin aceptar cheques ni tarjetas.

Los efectivos le dijeron al matrimonio que el fiscal ya se estaba retirando, por lo que los ciudadanos decidieron volver hasta su automóvil, momento en el que se percataron de que el rodado tenía puesto un cepo en una rueda del lado izquierdo.

En ese momento los efectivos de la PMT le comunicaron que el cepo era para que no llevaran el vehículo, debido a que tenían pendiente la multa por el alcotest positivo.

Al preguntar cómo podían resolver tal situación, les respondieron que debían regresar a su casa en taxi y retirar el vehículo del corralón al día siguiente, previo pago de la multa de G. 755.580.

Indignados por ser multados por una infracción que aseguran no haber cometido, al matrimonio no le quedó otra opción que dirigirse al corralón municipal.

Una vez en el sitio, reclamaron nuevamente el hecho, pero recibieron como única respuesta que debían pagar la multa, pues el vehículo ya había ingresado al predio.

La denunciante asegura que el director de la Policía Municipal de Tránsito, Gustavo Leguizamón, se encontraba en el corralón, pero aún así no atendió el reclamo.

Al pasar toda la mañana sin obtener una respuesta favorable, el matrimonio accedió a pagar la infracción, no obstante, al pie de la factura dejaron constancia de no estar de acuerdo con el pago, por considerar el procedimiento injusto y con un resultado “inventado”.

Buscando la versión de las autoridades, acudimos hasta el fiscal Emilio Fúster, quien nos confirmó que los efectivos de la PMT habían actuado irregularmente desde el vamos, pues, para empezar, él no se encontraba en el lugar.

“Los fiscales no acompañamos los procedimientos de control de los fines de semana. Recién los días martes, ya después de los operativos, recibimos las denuncias de las infracciones”, aseguró el fiscal, quien añadió que el hecho de mencionar su nombre probablemente se deba a una intención de amedrentar a los ciudadanos.

Afirmó que el alcotest solo se realiza una vez, y el resultado debe ser mostrado al ciudadano.

“Las únicas veces que se repite el resultado es cuando el propio ciudadano reclama que el examen se alteró porque los intervinientes no cambiaron la pipeta; pero si el alcoholímetro da cero, no hay por qué repetir”, precisó el fiscal, quien prometió que hará averiguaciones sobre la irregularidad.

Por su parte, el inspector Manuel Gamarra, jefe de comunicaciones de la PMT, dijo no estar al tanto de la irregularidad y se comprometió a averiguar qué ocurrió. No obstante, recalcó que la prueba de alcotest solo se debe hacer una vez y que el interviniente está obligado a mostrar el resultado al conductor. Además, se debe labrar un acta en la cual conste la realización de la prueba y la cifra que arrojó el alcoholímetro, documento que no existe en este caso.

Consultamos el marco legal vigente, la Ley 5016/14 de Tránsito, establece en su artículo establece en su artículo 66 establece que queda prohibido:  “Conducir habiendo consumido bebidas alcohólicas, estupefacientes o medicamentos que disminuyan la aptitud para la conducción de todo tipo de vehículo, cualquiera sea la concentración por litro de sangre”.

Recordemos que, según los intervinientes, este ciudadano tenía 0,3 ml.