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Según manifestó la mujer, la niña es ahijada del presunto abusador y vivía con él y su familia desde hace una década, pero desde que la niña cumplió 10 años su padrino comenzó a acosarla aprovechando cualquier ocasión para manosearla, obligándola a callar bajo amenazas.
En la fecha mencionada, aprovechando que su esposa viajó a la capital, Cubilla supuestamente ingresó en la habitación de la niña y la despertó para que hiciera fuego y preparara mate.
La niña se negó y se inició un forcejeo, donde, según el relato de la niña, Cubilla intentó abusar de ella.
Los gritos de la víctima alertaron a otro niño que vivía como criado en el lugar. El mismo ingresó a la habitación y el hombre salió para llevarlo nuevamente a su pieza.
La situación fue aprovechada por la menor para huir del sitio y refugiarse en la casa de una vecina.
El caso fue denunciado en la subcomisaría de compañía Potrero Angelito, que derivó el caso a la Fiscalía de Eusebio Ayala.
Más de un mes después de que el hecho fuera denunciado, el fiscal Daniel Benítez no llamó a declarar ni imputó al presunto abusador, según denunció la madre de la menor, que afirma que esto le genera mucha preocupación, porque teme que el caso quede impune.
El fiscal Benítez dijo que no puede imputar a Cubilla porque hay hechos contradictorios en el caso.
Alegó que las pericias psicológicas realizadas a la menor culminaron el 28 de diciembre. La próxima semana le entregarían los resultados con lo que podrá determinar si hubo intento de abuso o maltrato.
Mientras, la niña fue entregada a la madre y el presunto abusador tiene prohibido acercarse a la familia afectada.