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Yambay conversó con ABC Color para hacer esta denuncia que, según él, pone "en vilo" el medio ambiente en la zona de Cordillera y en las ciudades que son franja de dominio del río Yhaguy.
Lo que contó es que la empresa llamada Piri Pucú desvió adrede el caudal del río para sacar agua de éste y usarla en una plantación de arroz. El líquido, indicó, va a parar a un reservorio de 350 hectáreas y de casi tres metros de profundidad. Desde allí se surte a las plantaciones, de acuerdo a la versión de Yambay.
Por otro lado, también dijo que estiman que el líquido contaminado, el agua que queda como desecho tras regar el arroz, puede volver al río y contaminarlo a futuro. Aseguró que un grupo de pobladores formalizaron la denuncia en la Secretaría del Ambiente y la Fiscalía del Medio Ambiente, pero que no recibieron respuestas satisfactorias en relación a este tema.
Los denunciantes anunciaron que mañana, sábado, harán una manifestación a la altura del kilómetro 85 de la Ruta 2, en Itacurubí de la Cordillera. Se hacen llamar “los defensores del Yhaguy”. Yambay afirmó que el río es “la olla popular” de miles de personas que dependen de sus aguas para subsistir.
Fernando Serrati, presidente de la empresa Piri Pucú, respondió a ABC Color diciendo que las personas que hacen la denuncia mienten cuando dicen que el río se desvía o que puede ser contaminado. “Este no es problema ambiental. De ninguna manera, no está prohibido hacer arroz. No está prohibido extraer agua del río. De ninguna manera es un desvío del río. Contamos con los permisos de la Secretaría del Ambiente, hemos conformado un Consejo del Agua en donde hay intendentes, gobernadores, concejales, sacerdotes...”, expresó.
“Hemos conformado un consejo del agua (...) que mide la calidad del agua (...) Hemos hecho un estudio total del río. Bombeamos con aguas altas, cortamos el bombeo con aguas bajas. Tenemos un reservorio y juntamos allí en tiempo de agua alta. Reciclamos el agua para hacerla más rendidora. Compramos ese campo en el 2009, hicimos los estudios durante dos años con gente del extranjero. Iniciamos trabajos entre 2014 y 2016. Ahora cultivamos, en una fase experimental, sobre 138 hectáreas”, detalló.
Serrati dijo que él y la empresa se sienten perseguidos por tres familias a las que, según él, invitaron a formar parte del Consejo del Agua, una cuestión que rechazaron. “No sé qué buscan. Hemos invertido mucha plata en esta sociedad”, concluyó.