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De acuerdo a los datos suministrados por pobladores de la zona, se trata de miembros de una comunidad indígena que había sido expulsada de sus tierras, que después de cierto tiempo consiguió otra parcela para instalarse.
Sin embargo, debido a que las nuevas tierras eran inhabitables, dado que no hay camino de entrada ni salida, se vieron obligados a permanecer en pequeñas chozas al costado de la ruta Transchaco.
Según nuestra fuente, están viviendo allí en una situación “muy precaria”, bebiendo agua estancada e insalubre de lluvia y de los tajamares, que en estos momentos también se están secando. A raíz de esa situación, ya hay muchos enfermos con problemas estomacales.
Los vecinos hacen un llamado para que las autoridades del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social presten atención a esta “desesperante situación”, y que les envíen a los indígenas, al menos, un camión con agua potable.