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El desarrollo de los nuevos presidios llevará al menos dos años y estarán ubicados en Asunción, en la ciudad de Emboscada, cercana a la capital, en Ciudad del Este, la segunda urbe del país, y en Presidente Hayes, una localidad de la región del Chaco, donde se instalará una cárcel de alta seguridad, explicó Bacigalupo.
El objetivo es reducir a corto plazo el hacinamiento de los actuales centros, algo reconocido por las autoridades y que Bacigalupo atribuyó al uso “excesivo” de la figura de la prisión preventiva por parte de los jueces y la dilación en las sentencias, lo que mantiene a un 78 % de los presos en Paraguay sin juzgar.
“El ingreso masivo por prisión preventiva es un tema específico a tratar con reformas legislativas y trabajo directo con jueces”, declaró Bacigalupo, jueza que ocupaba el puesto de viceministra y que sustituyó la semana pasada a la hasta entonces ministra, Sheila Abed.
En el diagnóstico de Bacigalupo coinciden organismos de defensa de los derechos humanos como el estatal Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP), que asegura que la causa de esa superpoblación carcelaria es la “abusiva utilización por parte de los jueces de la prisión preventiva”.
La cifra de presidiarios ha crecido un 417% desde 1995, cuando el número total de reclusos era de 2.974, según el MNP.
Ello se traduce en una superpoblación que sacude a todas las cárceles sin excepción, si bien destaca la de Tacumbú, en Asunción, que es la mayor del país, que tiene una capacidad para 1.655 inquilinos y está ocupada por 3.980 presos.
En su conjunto, el índice ocupacional de las 16 penitenciarias del país sudamericano en 2015 fue del 182%, lo que rebasa el porcentaje de densidad penitenciaria considerada “sobrepoblación crítica” por el Comité Europeo, que establece esa categoría a partir del 120%.
Bacigalupo explicó que desde los dos años anteriores de gestión de Abed se ha iniciado una ronda de reuniones mensuales de representantes de su Ministerio con la Corte Suprema de Justicia, la Fiscalía, la Defensa Pública y el Ministerio del Interior para impulsar reformas e iniciativas legislativas concretas.
“Una de ellas es reformar las cuestiones que impiden a los jueces otorgar medidas alternativas a los procesados”, declaró.
También aseguró que abordará la “mora judicial” de la que responsabilizó a jueces pero también a abogados que “entorpecen el curso de los procesos”, por ello prometió trabajar de cerca con “todos los operadores de la Justicia”.
La nueva ministra prometió además a los periodistas transparentar la vida interna de los presidios durante su gestión, que comenzó oficialmente el lunes con una reunión con el presidente paraguayo, Horacio Cartes.
Bacigalupo también adelantó que el Ministerio seguirá impulsando proyectos de reinserción social y que en ese contexto ha creado una “marca penitenciaria” que englobará a los productos producidos en las cárceles con la dirección del Gobierno.
La marca, que será presentada oficialmente más adelante, se llamará “Muã”, luciérnaga en idioma guaraní, oficial en Paraguay junto al español, y pretende dar valor comercial a los artículos artesanales que los internos producen en algunos centros penitenciarios del país como termos, muebles, ropas e incluso discos musicales.