La fiscal de la causa, Katia Uemura, se opuso a la decisión del juez e indicó que apelará la medida. Sin embargo a estas horas los detenidos ya habrían ingresado al Brasil, por lo que ya sería imposible volver a detenerlos. Fuentes del submundo de la mafia fronteriza dan cuenta que hubo fuertes incentivos para que el juez Vera Ortiz los liberara.
Los brasileños Antonio Dos Santos, Sisero Da Silva Messias, Salvador Edison Aguilar Pedroso, Fernando Pereira De Moraes, todos ellos brasileños mayores de edad, oriundos del estado brasileño de Bahía, y el paraguayo Wilmar Gauto Roa, oriundo de Capitán Bado, fueron detenidos por la policía en la noche del pasado lunes, con un arsenal compuesto por siete pistolas 9 mm, un revolver calibre 38, un revolver calibre 357 y un revólver calibre 22 mm.
También fueron hallados en poder de los sujetos 13 cargadores de pistolas 9 mm, cincuenta proyectiles de calibre 357 y setenta proyectiles calibre 22.
Todos ellos estaban a bordo de un automóvil marca Volkswagen, tipo Gol con chapa MWN- 5923 de la ciudad de Campo Grande Brasil. Cabe señalar que dos pistolas 9 mm tenía el logo del ejército y la inscripción “Ejército Paraguayo”.
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Ya en las últimas horas del viernes, el juez Sandro Ismael Vera Ortiz, por todos los medios intentó liberar a los detenidos, sin embargo la liberación no se logró, ya que el personal de la sección judiciales de la Policía Nacional está autorizado a atender solo hasta las 18:00. Intentamos conocer la versión del juez Vera Ortiz, llamando a su celular con terminación 473, pero no respondió a nuestras llamadas.
Fuertes versiones dan cuenta de que en todo momento existió una fuerte presión e incentivo de parte de personajes del ámbito de la mafia fronteriza para que los cinco sujetos sean liberados.
Estas versiones se confirmaron, ya que el juez Sandro Ismael Vera Ortiz no dudó en liberar a los cinco sujetos apenas cinco días después de ser detenidos con todo un arsenal.
Por otra parte, la abogada Ramona Núñez, uno de los dos abogados de los brasileños, lanzó una amenaza a un colega que estaba en las afueras de la cárcel regional en el momento en que los detenidos eran liberados. La letrada, dirigiéndose al colega, plenamente identificado, le dijo: “Ustedes no pueden tomarles fotos, ellos ya están libres y además les tienen identificados a todos los que escribieron sobre ellos”.
Una vez más se nota que la influencia de la mafia que impera en esta frontera y que a través de fuertes incentivos económicos fácilmente logran que la justicia sea pronta, aunque no barata para ellos.