La incursión de la embarcación de los marinos en el Riacho de Oro durante un control de rutina localizó un bote sospechoso, al que se acercaron para inspeccionarlo, siendo recibidos con disparos por los dueños de la embarcación.
Al responder los militares con sus armas, los delincuentes huyeron presurosamente entre las malezas. Abandonaron la carne del animal faenado y una canoa de color verde con motor fuera de borda de 5 hp. El hecho se registró aguas arriba del río Paraguay, en el lugar conocido como Las Hermanas.
El capitán de corbeta Ricardo Sanabria, quien encabezó la patrulla, dio intervención al fiscal Víctor Encina, cuya unidad se encargará de la investigación para dar con los responsables del abigeato en la zona ribereña.
