La movilización se inició como desde el 15 de octubre en la plaza Agustín Fernando De Pinedo.
Esta vez, los indignados realizaron un recorrido similar a días anteriores. Pararon frente a la casa del concejal municipal Blás Enrique Paniagua (ANR), luego pasaron a la vivienda del edil liberal Gustavo Bonzi.
Después continuaron marchando y quedaron frente a la casa donde vivía el intendente, que está ubicada en el barrio Itacurubí en las inmediaciones del hospital regional de Concepción. La siguiente y última parada se realizó frente a la casa de los padres del jefe comunal, donde también funciona una farmacia.
En este lugar los indignados lanzaron aceite y pinturas a las paredes y ventanas del local comercial ubicado en Presidente Franco y Yegros. Durante todo el trayecto los ciudadanos explotaron bombas de estruendo.
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Las movilizaciones se dan porque supuestamente la administración de la municipalidad a cargo del liberal Alejandro Urbieta Cáceres no es transparente. Entre los cuestionamientos que hacen los manifestantes está la venta de un inmueble que pertenecía a la comuna y que fue adquirida por 700.000 dólares por una empresa privada. Según los indignados el valor de la transacción fue muy superior.
