Mientras que el 50% de la población trabajadora del país no percibe el sueldo mínimo, en Senadores y Diputados disfrutan de un salario mayor a los G. 30 millones al mes. Esto genera gran indignación en varios sectores que aún se encuentran luchando por obtener los beneficios mínimos.
“Tienen un exceso de salario y un exceso de privilegios”, expresó la gremialista, que ve como un burla a los obreros el despilfarro de dinero de los entes gubernamentales. “Nosotras (las trabajadoras domésticas) vivimos en un clase de esclavitud moderna, donde no nos quieren reconocer derechos que ya conseguimos”, afirmó.
Cuestionó la falta de interés por parte del Ministerio de Trabajo que constantemente alega no contar con los recursos económicos para fiscalizar y buscar el cumplimiento de los derechos del sector. “El ministerio dice que no tiene fiscalizadores para inspeccionar los lugares de trabajo, que no tiene presupuesto para realizar el control debido”, mencionó.
Destacó que existen derechos como las 8 horas de labor diaria, la mayoría de edad de las trabajadoras, el pago de aguinaldos y el permiso de maternidad, que no son cumplidos y que no tienen forma de reclamar porque nadie se encarga de fiscalizar. “Queremos tener novedades esta semana, para ver cuándo se va a tratar el tema (la Ley Nº 5407/15, del Trabajo Doméstico). Los de Frente Guasu son los que nos dan su apoyo. Todavía no sabemos qué piensan los nuevos senadores”, apuntó.
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También recordó que el gremio se encuentra trabajando y “haciendo lobby” en la Cámara de Senadores, para que esta se ratifique en el proyecto que modifica la ley del trabajo doméstico, con la normativa que incluye que el sueldo de quienes trabajen en esta área sea el 100% del salario mínimo.
Por otra parte, la Cámara de Diputados aprobó dicha ley en una versión propia, que propone solo el 70% del salario mínimo para las trabajadoras domésticas en vez del 100%.