Dos crímenes, la misma casa

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Hace 105 años el violento asesinato de una autoridad extranjera estremecía a la sociedad asuncena. Según una publicación, ocurrió en el mismo sitio donde días atrás se produjo uno de los asesinatos múltiples más brutales de la historia local reciente.

La casona ubicada sobre la calle Oliva y Montevideo arrastra una historia de tragedias tanto en décadas pasadas como en tiempos actuales. El lunes último la sociedad se conmocionó con el hallazgo de cinco cadáveres, de los cuales dos mujeres y dos niños fueron enterrados en una fosa cubierta con cal y cemento para acelerar la descomposición, mientras que el quinto fue hallado en otro sector de la propiedad.

La casa que perteneció a la familia De Finis habría sido escenario de otro hecho trágico, con la particularidad de que el protagonista fue el médico Ítalo De Finis y la víctima el ministro residente italiano Antonio Pittaluga, nacido en 1869 y cónsul en nuestro país desde el 1 de abril de 1912.

Así lo publica el periódico de la época "El Diario", que relata el violento episodio ocurrido un 29 de julio de 1913 y que cobró especial relevancia en aquel entonces, debido a quienes estaban involucrados en la trama.

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En el mismo se recoge parte del relato del doctor Ítalo De Finis, quien afirmó que al entrar a su casa por la puerta de servicio ubicada sobre la calle Oliva escuchó la voces del ministro Pittaluga y de su esposa Adela Grassi. La sirvienta le había avisado que el ministro se encontraba en la casa, lo que el doctor De Finis no consideró como un hecho extraño en un principio, puesto que siempre era bien recibido en el lugar.

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Sin embargo todo cambió en cuestión de segundos. “La duda golpeó rudamente mi cerebro y loco, desesperado, tomé el revólver que tenía guardado en uno de los cajones de mi escritorio y esgrimiéndolo amenazante abrí la puerta”.

“Hubo protestas de inocencia... pero mis nervios en poderosa tensión y mi cabeza trastornada obligaron a oprimir dos veces el disparador”, refiere parte de la confesión del doctor Ítalo De Finis publicada esa misma semana.

El caso sacudió a la sociedad local y también tuvo repercursión internacional. Fue difundido por la Gaceta Gaceta Oficial del Reino de Italia y diarios del Brasil como O Paiz y O Seculo hicieron seguimiento del caso.

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