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Si bien el dramático fenómeno de la falta de agua en elcanal del río Pilcomayo nunca menguó realmente, al menos hace un tiempo no teníamos nuevas noticias de la muerte de animales.
Con la llegada de los meses más calurosos del año, una vez más van saltando a la luz denuncias de pobladores o ciudadanos que visitan la zona, y nos describen la catastrófica situación que están viviendo en el territorio chaqueño.
Nando Gill, ciudadano de Benjamín Aceval que visitó el distrito de Esteban Martínez en los últimos días, pudo observar una sequía agudizada, principalmente en la compañía General Díaz.
“Está afectando tanto a la fauna como a la flora de todo el Bajo Chaco y toda la confluencia del Pilcomayo. Por ese motivo los ríos ríos Verde, Montelindo, Negro, Confuso, Estero Patiño, prácticamente están desapareciendo”, contó.
Nando Gill observó además venados, jabalíes y aves muertas, y otras agonizando en el canal seco. Algunos animales más, según contó, migran al lado argentino, desesperados por hallar un poco de agua.
En la última semana cayeron algunas gotas, hasta alcanzar la proporción de 70 milímetros. Esas fueron las primeras en cinco meses, pero con el intenso amanecer de hoy en el Chaco, las gotas caídas no sirven de nada. “No podemos depender de la lluvia para paliar esta situación”, lamentó el denunciante, quien nos acercó unas fotografías del alarmante escenario.
Dos ministerios y una comisión nacional tienen responsabilidad directa en recuperar las aguas del río. Sin embargo, esta es la fecha en que ni siquiera existe proyecto para llevar adelante la rehabilitación del canal paraguayo.
El ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, no estableció al Pilcomayo como una de las prioridades de su administración.
Lo mismo se puede decir del Ministerio de Hacienda, cuya titular, Lea Giménez, tampoco facilita los fondos para que las obras se puedan llevar a cabo.
Tristemente, el Pilcomayo sigue en manos exclusivamente argentinas y la sequía pone en peligro tanto a la fauna silvestre como a la producción pecuaria.
El ganado presente en este territotio compone la cuarta parte de la producción nacional vacuna en peligro, con inversiones que superan fácilmente los 1.000 millones de dólares.
La biodiversidad con especies que desaparecen al morir por la falta de agua.