Pasan los días, las semanas y los meses y solo silencio, dolor e incertidumbre hay sobre el secuestro más largo que registra la historia en Paraguay. Los secuestradores nunca pidieron dinero por el uniformado, sino un intercambio por presos de su agrupación; también dejaron latente una amenaza de muerte, pero nunca se supo nada más de Edelio.
Inútiles incursiones de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) no conducen a una salida positiva a este largo cautiverio, que ya cumplirá un año el 5 de julio, día en que en 2014 los miembros del EPP se toparon con Edelio y unos amigos que estaban de cacería en los montes de Arroyito, departamento de Concepción, y se lo llevaron secuestrado por su condición de policía.
Toda una familia sufre desde hace más de 11 meses este secuestro y denuncia el olvido por parte de las autoridades, quienes -según consideran- por la condición humilde de Edelio no hacen mayores esfuerzos, como sí lo hicieron en otros plagios, para los que incluso se trajo a expertos internacionales para colaborar. En el caso del policía, solo se espera la “buena voluntad” de una banda criminal.
La última vez que se supo de Edelio fue a finales de octubre de 2014, cuando el EPP dio una prueba de vida de Arlan Fick, por entonces también retenido por el grupo criminal, y se aprovechó la ocasión para mostrar con vida al suboficial y hacer el primer pedido de intercambio. Luego, en diciembre, se volvió a tentar el cambio de rehén por seis criminales presos; tras la negativa, nunca más se supo del policía.
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