El centro amaneció destrozado

Piedras tiradas, vidrios rotos, automóviles incinerados y un Congreso destruido son las secuelas que quedan tras la jornada de protesta por la enmienda constitucional "aprobada" en el Senado ayer.

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Una tensa calma reina sobre el microcentro de Asunción en la mañana de este sábado, luego de la violencia generalizada que se registró desde la tarde del viernes tras la irregular aprobación por parte de 25 senadores del proyecto de enmienda para introducir la figura de la reelección en la Constitución Nacional.

Un recorrido de nuestro fotógrafo por el microcentro presenta un panorama impresionante. Varias calles se encuentran cubiertas de piedras y escombros, secuelas de los enfrentamientos de los manifestantes con la Policía Nacional. Planteras sobre la calle Palma fueron destruidas, probablemente para utilizar sus piezas como proyectiles.

Igualmente, ventanas de vidrios de negocios en varios puntos del microcentro fueron destruidas, y los casos de vandalismo durante la jornada fueron ampliamente reportados. La puerta de entrada de este diario también fue rota durante los incidentes.

Empleados de la Municipalidad de Asunción recorren las calles limpiando los destrozos, incluyendo las cenizas de las barricadas ardientes que los manifestantes encendieron anoche. Se observan también vehículos incinerados en varios puntos.

El daño más impresionante es, sin duda, el que sufrió el edificio del Congreso Nacional, que fue tomado y saqueado por los manifestantes ayer. Las rejas frente al edificio fueron destruidas, y la fachada del edificio es una postal de cristales rotos y evidencias del fuego que alcanzó a gran parte del recinto en las horas de más intensa violencia el viernes.

Una importante cantidad de policías se encuentran reunidos frente al Congreso.

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