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El metal es conocido por su alta resistencia a la corrosión y oxidación, condiciones que se dan en el medio ambiente.
La industria aeronáutica utiliza mucho este metal por su característica ligera y refractaria, es decir capaz de resistir las condiciones del medio en el que está inmerso sin alteraciones importantes en sus propiedades fisico-químicas.
No es un buen conductor del calor ni de la electricidad, tampoco se imanta, por ello es el material preferido por los ingenieros espaciales para transbordadores, satélites y otros elementos.
El automovilismo también los emplea, así como la medicina, en los clavos de titanio para curar fracturas y remendar huesos. Es un mineral altamente tolerado por el organismo.
Los grandes buques y barcos tampoco dejan atrás al titanio. Se utiliza en aleaciones con el acero, hierro y otros metales para construir poderosas hélices o grandes máquinas navales.
La construcción mira con intensidad al mineral que por su maleabilidad se puede aplicar a la edificación, muestra de ello es el Museo Guggenheim Bilbao que se encuentra en España, el cual fue construido por un arquitecto canadiense.
También el teatro nacional de China, conocido como "El huevo", construido en parte con titanio y otra con cristal.
Sus usos llegan hasta los objetos cotidianos como relojes, joyas, láminas, palos de golf, etc.
La industria aeronáutica utiliza mucho este metal por su característica ligera y refractaria, es decir capaz de resistir las condiciones del medio en el que está inmerso sin alteraciones importantes en sus propiedades fisico-químicas.
No es un buen conductor del calor ni de la electricidad, tampoco se imanta, por ello es el material preferido por los ingenieros espaciales para transbordadores, satélites y otros elementos.
El automovilismo también los emplea, así como la medicina, en los clavos de titanio para curar fracturas y remendar huesos. Es un mineral altamente tolerado por el organismo.
Los grandes buques y barcos tampoco dejan atrás al titanio. Se utiliza en aleaciones con el acero, hierro y otros metales para construir poderosas hélices o grandes máquinas navales.
La construcción mira con intensidad al mineral que por su maleabilidad se puede aplicar a la edificación, muestra de ello es el Museo Guggenheim Bilbao que se encuentra en España, el cual fue construido por un arquitecto canadiense.
También el teatro nacional de China, conocido como "El huevo", construido en parte con titanio y otra con cristal.
Sus usos llegan hasta los objetos cotidianos como relojes, joyas, láminas, palos de golf, etc.