Eran las 22:00. Una mujer, María Bobbio Abente, de 39 años, iba al mando de su vehículo, junto a sus tres hijos de 2, 4 y 6 años, sobre el carril derecho de la avenida Mariscal López, con dirección al centro.
El sereno viaje fue repentinamente interrumpido cuando un Mercedes Benz, con chapa diplomática CD 104-001, que iba en la misma dirección por el carril izquierdo y en un momento dado el extranjero chocó contra el cordón del paseo centra y al tratar de volver a su carril embistió el rodado la mujer quien iba con sus hijos.
Afortunadamente, la mujer y sus hijos resultaron ilesos, aunque evidentemente asustados por la experiencia vivida.
Del susto se pasó a la sorpresa, cuando se mencionó que quien iba al mando del vehículo diplomático era nada menos que el embajador de Costa Rica, Marcos Aurelio Peraza Salazar.
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Agentes de la Comisaría 3° Metropolitana confirmaron que efectivamente el diplomático manejaba el automóvil Mercedes Benz. El diplomático se encontraba visiblemente en estado etílico, según confirmaron testigos.
Al respecto, el fiscal Emilio Fúster, quien intervino en el caso, indicó que el hombre se negó a someterse al alcotest.
El representante de Costa Rica argumentó que tiene inmunidad diplomática, por lo que supuestamente podía evitar la prueba, detalló el agente del Ministerio Público.
Un informe de la Comisaría 3° Metropolitana igualmente confirmó que el embajador se encontraba en “aparente estado etílico”.
Ante la negativa del hombre y los argumentos presentados, finalmente los intervinientes optaron por liberarlo.
El fiscal Fúster aclaró que vía Cancillería pedirá más informes sobre el embajador de Costa Rica, quien aparentemente -previo al choque- compartió una ronda de tragos durante el juego de su selección ante Holanda, en el marco de la Copa Mundial Brasil 2014.
El caso en cuestión tuvo un curioso manejo por parte de la Policía Nacional. Uno de los hechos llamativos es que el hombre haya sido llevado al Departamento de Investigación de Delitos, en lugar de la comisaría interviniente, en este caso la 3° Metropolitana.
Ya en la sede policial, María Bobbio Abente, quien iba a bordo de un Kia Carens, junto a sus hijos, accedió a someterse al alcotest, cuyo resultado dio negativo.
El diplomático por su parte optó por negarse y trajo a colación convenciones y acuerdos diplomáticos internacionales.
Posteriormente, el hombre fue llevado hasta la Unidad Fiscal Especializada de Seguridad y Convivencia de las Personas, donde tuvo la misma actitud. Finalmente, fue liberado a las 00:30 de este domingo, por disposición del fiscal Fúster, según reza en el acta policial.
Respecto al escrito, se intentó en numerosas ocasiones obtener datos sobre el hecho en las primeras horas de este domingo, pero curiosamente “nadie sabía nada”.
Los intervinientes señalaban inicialmente que aún no se manejaban informes sobre el hecho. Al ser consultada, la comisaria Elisa Ledesma, jefa de Relaciones Públicas de la Policía, indicó que no estaba al tanto del caso, pese a que ya habían transcurrido casi 10 horas desde el accidente.
Finalmente, tras varias insistencias y luego de recurrir a varias instancias, incluida la propia sede de Investigación de Delitos, donde nadie supo atendernos, se pudo acceder a un informe de la Comisaría 3° Metropolitana.
Al momento de su liberación, el embajador prometió que se hará cargo de los daños ocasionados.
